El valor del sufrimiento en la vida cristianaMuestra

A modo de conclusión:  

• Tratar con el sufrimiento requiere de nuestra cooperación. El sufrimiento requiere de la respuesta adecuada, si queremos que los propósitos de Dios para nosotros sucedan. Todos queremos el producto que es el carácter maduro (Santiago 1:2-4); pero no queremos el proceso, que es el sufrimiento; pero debido a nuestra naturaleza humana, no podemos tener uno sin el otro. Las pruebas simplemente nos dan la capacidad de cooperar con el proceso (Santiago 1:4).   


• El sufrimiento nos pone a prueba. “Pruebas” en Santiago 1:2 es en griego peirasmos y se refiere a aquello que examina, prueba, y verifique el carácter o la integridad de algo. El sufrimiento es aquello que prueba nuestro carácter e integridad al igual que el objeto y calidad de nuestra fe (1 Pedro 1:6-7).    


• El sufrimiento es inherente a la vida cristiana. “Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él” (Filipenses 1:19).   


• Podemos enfrentar el sufrimiento con gozo si entendemos el propósito detrás de él (Santiago 1:2-4).   


• Sufrimos como testimonio y testigos de Cristo (2 Timoteo 2:8-10; 2 Corintios 4:12-13; 1 Pedro 3:13-17). Cuando los creyentes enfrentan al sufrimiento con gozo y estabilidad, se convierte en un testimonio poderoso del poder y la vida de Cristo. El sufrimiento provee de oportunidades clave para manifestar y magnificar el poder de Dios en nuestras vidas.    


• Cuando sufrimos, tenemos más comprensión y compasión hacia otros: "Y como él mismo (Cristo) padeció al ser tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados"; Él es capaz de simpatizar con nuestras debilidades (Hebreos 4:15).   


• Dios no es el creador del sufrimiento. Éste es una consecuencia del pecado del hombre (Romanos 6:23). Buena parte del sufrimiento tiene que ver con el hecho de que vivimos en un mundo caído, con condiciones de restricción, dificultad y riegos que genera oportunidades reales de aflicciones y sufrimientos.   


• El objetivo final de Dios es detener todo sufrimiento por la eternidad, pero esto es un proceso que implica la redención del hombre del poder del pecado (Apocalipsis 21:4).