El valor del sufrimiento en la vida cristianaMuestra

No desaproveche sus aflicciones

¿Cómo puede un Dios que es todo amor y todopoderoso permitir el sufrimiento en la tierra? ¿No puede Dios intervenir y crear un mundo donde no exista el sufrimiento? 

Lo primero que necesitamos saber es que Dios no es el creador de un mundo con sufrimiento, y que el sufrimiento es consecuencia del pecado del hombre. 

El objetivo final de Dios es detener todo sufrimiento por la eternidad, pero esto es un proceso que implica la redención del hombre del poder del pecado. Ese proceso está en marcha, y culminará con la erradicación del pecado y sus consecuencias, entre las cuales se encuentra el sufrimiento. Él les enjugará las lágrimas y no habrá muerte ni llanto ni clamor ni dolor, porque estos pertenecen a un pasado que no existe más (Apocalipsis 21:4). Nuestro sufrimiento terrenal es temporal, y finalmente será quitado; pero Dios no puede erradicar el sufrimiento como por un acto de magia, porque ese acto violaría las mimas leyes que Él ha creado, que dice que la paga del pecado es muerte. Para erradicar el sufrimiento, Dios emprendió un plan que incluyó la muerte expiatoria, redentora y propiciatoria de Cristo, para proveer perdón y reconciliación. 

El sufrimiento es una realidad en nuestro mundo. Es una realidad causada por el pecado y una realidad que rompe el corazón de Dios. Pero el sufrimiento no es algo que necesitamos soportar solos y no es algo sin un propósito. Cristo está con nosotros en nuestro sufrimiento.

¿Qué puedo hacer con el sufrimiento?

Ante el dolor y el sufrimiento tenemos los cristianos tienen dos opciones:

a. Encontrarle un significado al sufrimiento, y crecer en medio de la aflicción y el sufrimiento.

Podemos aprovecharlo para crecer en carácter y madurar en la fe y el amor.

b. Amargarse y resentirse contra Dios

Podemos amargarnos, resentirnos con Dios, y aun rebelarnos, y desperdiciar el sufrimiento que de todas formas nos llegará.