No Le Des Al Enemigo Un Lugar en Tu MesaMuestra

Las estrategias del Enemigo

Versículo bíblico:

“Aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo.” (Salmo 23:4 RVA).

Devocional

El Enemigo solo requiere de un momento para robar un asiento en la mesa que tu Buen Pastor ha preparado para ti. De repente ya no son solamente tú y el Dios Poderoso en la mesa. El enemigo solo necesita de una ventana muy pequeña creada por la duda o incertidumbre, para comenzar a ganar la batalla de tu mente.

Desafortunadamente, hemos llegado a aceptar como algo normal que el Enemigo esté sentado en nuestra mesa. Esto es un problema muy grande. Le damos permiso cada vez que aceptamos la falsa historia de que no valemos mucho para Dios, o para nadie más. O abrazamos el punto de vista que merecemos más y permitimos que la envidia y la codicia destruyan nuestra identidad dada por Dios. Antes de darnos cuenta, hablamos como el Diablo y entretenemos los pensamientos que él desea que tengamos.

No debería ser normal permitir que el Enemigo tenga voz y voto en nuestras vidas. En el nombre de Jesús podemos rechazar al enemigo y sus artimañas. El mismo Espíritu Santo que levantó a Jesús de la muerte vive dentro de todos quienes ponemos nuestra fe en Él como Señor y Salvador. Jesucristo ha roto el poder del pecado y la invitación de Dios para nosotros es abrazar esta manera nueva de pensar y de vivir. En el nombre de Jesús no tenemos que permitir que la voz del Enemigo controle la manera en que vivimos. Podemos ganar la batalla de nuestras mentes. Gracias a Jesús, ya no somos esclavos. Somos libres. Tenemos vida. Somos hijos e hijas de Dios.

Creamos un problema muy grande cuando solo abrazamos la primera parte del Salmo 23:4 (caminar por valles de sombra de muerte) pero olvidarnos de lo que sigue (la promesa de Dios de estar con nosotros en medio de nuestras dificultades). Cuando nos detenemos en el valle de las dificultades o la persecución o la soledad, el Enemigo nos hace dudar si realmente le importamos a Dios. Ese es el momento cuando oímos el sonido de una silla siendo arrastrada al acerarse a nuestra mesa por un visitante no deseado. Muchas veces no dice mucho al inicio. Es amigable. Posiblemente ni lo reconozcas cuando ya se ha sentado a la mesa. Muchas veces parece que está de tu lado, prometiéndote un alivio pronto de tus problemas (ver 2 Corintios 11:14). El Enemigo utilizará cualquier método que sea necesario para infiltrar tu mente con sus pensamientos (ver 1 Juan 2:16).

Cualquiera que sea la manera en que el Diablo gane un lugar en tu mesa sus metas siempre son iguales. Quiere ganar acceso a tu mente para poder destruirte (ver Juan 8:44, 2 Timoteo 2:26, y 1 Pedro 5:8). Quiere matar tu relación con Dios y causar una división entre tú y las personas que te aman. No puedes evitar que el Diablo te esté rodeando pero depende de ti detenerlo para que no se siente en tu mesa.

Si el Enemigo ya tiene un lugar en tu mesa, primero necesitas reconocer sus mentiras y el poder destructivo que tienen en tu vida. Después debes aceptar que hay un Buen Pastor todopoderoso con una vara en una mano y un cayado en la otra. Con su cayado puede tomarte y llevarte a un lugar seguro. Y con la vara, puede aplastar al Enemigo (ver Salmo 23:4).  

Responde:

¿Cuáles son algunas maneras en que has dado permiso al Enemigo de sentarse en tu mesa?

¿Qué destrucción has visto que el Enemigo ha traído a tu vida o la vida de alguien cercano a ti?

¿Qué tácticas utilizó?

¿De qué manera has visto que Dios te acompaña a través de valles de dificultad? 

¿Cómo has visto su vara y su cayado en acción?