¡Buenas Noticias!Muestra

¡Buenas Noticias!

Hoy me dirijo con buenas noticias a las personas que todavía no han tenido la bendición de encontrarse con Jesús. Quizás desde hace algún tiempo, Jesús viene llamándote para que te vuelvas hacia Él a través de muchas personas o a través de tus circunstancias actuales. Aquellos que anhelan ser convencidos por su Espíritu de la necesidad que tienen de ser perdonados y reconciliados con el Padre. Aquellos que han reconocido su pobreza y su miseria espiritual, porque Jesús ya ha empezado a inquietarlos y porque están siendo llamados al entendimiento de reconocer que solamente Dios, por su gracia y por la fe en su Hijo, puede transformar sus vidas. Aquellos que se encuentran en el abismo de la oscuridad, que ven cómo sus días cada vez son más opacos, con carencia del brillo y de la luz que solamente Jesús puede hacer resplandecer en sus rostros.

La Buena Noticia para ti, es que hoy puede ser el día de tu salvación; el día en que Jesús se revele a tu vida y pueda tocarte con su poder para que seas revestido de su amor y bondad. Él te está haciendo saber que puedes acudir a sus brazos para que en sus brazos recibas el perdón, la libertad y la paz que restaurará tu vida para siempre. 

Hoy puede ser el día en que se revele ante tus propios ojos la condición que te aparta de la presencia de Dios; hoy puede ser tu día de gloria, porque así Él lo ha determinado. Él te está haciendo saber que a pesar de tu condición pecaminosa, Él no te rechaza, sino que te acoge para que vivas en su sendero y te apartes para siempre del mal camino en el que has andado hasta este momento.

Reconoce que nada bueno eres ni has hecho delante de Dios, reconoce tu mal proceder, reconoce que eres un pecador, indigno por tu desobediencia. Acude a Él, ahora mismo; no importa dónde te encuentres si te acercas con un corazón rendido y humillado, reconociendo a Jesús como tu Salvador, reconociendo lo que Él hizo en el madero, reconociendo su resurrección, podrás recibir el perdón por tus pecados, la salvación y la vida eterna. Ríndete totalmente ante Jesús. Sólo Él puede hacer lo que es imposible para ti, salvarte y acercarte al Padre.