Foto: Una señal que recuerda a los que visitan la Tumba del Jardín la invitación del ángel a regocijarse en el Cristo resucitado. © Denison Ministries

Una invitación a un viaje profundamente espiritual

en Ezequiel 5:5, Así dice el Señor y Dios: Esta es la ciudad de Jerusalén. Yo la coloqué en medio de las naciones y de los territorios a su alrededor.

La Tierra Santa es sagrada para más personas que cualquier otro lugar en la tierra. Durante los próximos días, mientras viajamos juntos a través de esta maravillosa tierra, seguiremos los pasos de Jesús y de muchos otros que han llamado hogar a la región durante miles de años. Aunque no estaremos allí en persona, nuestra esperanza es que cada lugar que visitemos ayude a que la Biblia cobre vida de una manera nueva y emocionante para todos nosotros.

Este devocional está diseñado para ser leeído diariamente, comenzando el primer día de Cuaresma. Cada entrada requerirá solo unos minutos para leerse, pero esperamos que las reflexiones, preguntas y temas de oración sugeridos te motiven a pasar mucho más tiempo conversando con el Padre sobre lo que has aprendido y experimentado a través de la lectura de ese día.

Si has sido cristiano por mucho tiempo, puede ser fácil leer la Biblia o escuchar las historias que se enseñan en sus páginas y olvidar que es el registro de personas reales que caminaron en la misma tierra y respiraron el mismo aire que todos compartimos hoy. Ver dónde vivieron y aprender sobre su mundo puede ayudarnos a comprender mejor por qué su legado, ya sea bueno o malo, es tan importante para nosotros hoy.

No hay mejor momento para comenzar ese viaje que en las semanas previas a la Pascua.

Ya sean los elevados picos del Monte Hermón o las profundidades acuáticas del Mar Muerto, la bulliciosa ciudad de Tel Aviv o las antiguas ruinas de Masada, el sitio que honra el nacimiento de Cristo en Belén o su muerte y resurrección en Jerusalén, nuestra esperanza es que este viaje a través de Tierra Santa te ayude a situarte mejor en las páginas de las Escrituras y a salir con una nueva gratitud por todo lo que Dios ha hecho y sigue haciendo en nuestro mundo.

¿Te unirás a nosotros?

Ahora mismo, pasa dos minutos en silencio, luego pídele a Dios que prepare tu corazón para escucharlo hoy y cada día durante este devocional.