La paz y la promesa de la Navidad.Muestra

Llegadas inminentes

… ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo… —Lucas 1:28

Nuestra familia se había reunido a comer en abundancia y ponerse al día unos con otros. Mark, mi hijo menor, había llegado temprano con su esposa, y le dijo a su mamá que quería orar por los alimentos. Nos sorprendió bastante, ya que suele ser callado. Al rato, descubrimos por qué nos había pedido eso.

Cuando empezó a orar, se le cortó la voz. Primero, agradeció a Dios por su esposa Amy y por las oportunidades que el Señor les estaba dando. Luego… dio gracias por el niño que les nacería meses después.

¡Así anunciaron Mark y Amy la llegada inminente de nuestro nieto!

Entre los últimos sucesos antes de la llegada del Hijo de Dios al planeta Tierra hubo dos anuncios de nacimientos. Primero, un ángel le dijo a un anciano sacerdote que él y su esposa igualmente anciana tendrían un hijo que se transformaría en el precursor del Mesías (ver Lucas 1:5-23). Después, a una virgen se le dijo que daría a luz al Mesías. El ángel Gabriel le anunció: «María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús» (vv. 30-31).

El Dios de maravillas trajo a su Hijo al mundo con anuncios de algo imposible a una pareja demasiado anciana y a una muchacha demasiado joven. ¡Qué declaraciones tan increíbles! Enviaría a su Hijo para todos. 

Dios maravilloso, hay demasiadas cosas en la vida que nos traban y nos tientan a ver derrota y desesperación. Que podamos verlas como oportunidades para confiar en ti, ¡el Dios que nos dio el milagro de la Navidad!

¿Qué te parece «imposible» hoy? ¿Cómo le confiarás tus imposibilidades al Dios que hace milagros?