Pasos Firmes, fundamentar nuestra fe sobre la rocMuestra

Cambia tu mentalidad

El camino del cristiano es un camino de perseverancia. Este caminar es diferente para cada persona, con circunstancias diferentes para cada uno. El objetivo de cada cristiano debe ser el permanecer fiel hasta el final. Una de las primeras cosas que debemos hacer para poder lograrlo, es renovar nuestra manera de pensar. En muchas ocasiones, se nos ha hecho creer, que el cristianismo es obtener la clave del éxito. Por otro lado, se nos ha dicho también que el camino es demasiado duro para poder andarlo, y que está reservado sólo para algunas personas con características especiales. Pero estos conceptos en realidad limitan la dimensión verdadera de lo que significa caminar con Dios y nos alejan de su voluntad.

El concepto adecuado que debemos tener acerca de nuestro caminar debe ir conformidad con lo que la Biblia dice. Dios ha dicho en su palabra que Él desea el bien para nosotros, que desea prosperarnos en todas las cosas y que nos vaya bien. Sin embargo, en algunas ocasiones permitirá que vivamos momentos de soledad y dolor. Por eso, es importante que tengamos presente que toda nuestra vida está en las manos de Dios y que, en el momento menos esperado, podremos estar frente a un momento de adversidad, que llegará sin advertencia, y sin ninguna razón aparente. 

Debemos saber que Dios también nos ha dejado promesas inquebrantables, las cuales son garantía de que, en momentos de aflicción, estará allí para darnos esperanza y consuelo. En realidad, Cristo nos ha advertido que la aflicción es parte de la vida del cristiano verdadero. Cambiar la mentalidad significa considerar de antemano, que no somos ajenos al sufrimiento, y que eso no hace a Dios un mal padre. Nos permitirá atravesar el dolor.

Nosotros debemos aprender a aceptar su voluntad para nuestra vida. Mientras tanto, debemos estar seguros de que nos dará su paz en medio de la tormenta. La renovación de la mente viene cuando permitimos que la Palabra de Dios moldee nuestro pensamiento, mientras abandonamos las ideas equivocadas que hemos recibido o que hemos aprendido, acerca de motivaciones o expectativas falsas del cristianismo. 

· Piense en el momento de dificultad más grande que ha enfrentado. ¿Puede recordar cómo Dios le libró de esa situación?

· ¿Cuál es la verdadera motivación que lo ha guiado a tomar una decisión por el Señor?

· ¿Ha considerado alguna vez abandonar su fe, porque esperó que Dios le concediera algo y parece no haberle escuchado?