ESPERANZA Y FUERZAS RENOVADAS

Por Denise Trio  

“'¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”(Isaías 40:28-31 RVR1960).

“Ocho... nueve... ¡diez!” Cuento en mi mente mientras pongo las pesas nuevamente en el estante y seco el sudor de mi frente. Levanto pesas porque sé que es bueno para mi salud e incrementa mi fuerza física. La forma en que mis músculos se vuelven más fuertes es con la resistencia al peso. Las micro fisuras en mis músculos al final de un entrenamiento duro son dolorosas. Mis brazos y piernas se sienten cansados. 

Nuestros corazones son así. A veces el peso de la vida nos hace sentir cansados y fatigados. Puede que hayas perdido tu trabajo y te preocupe cómo llegarás a fin de mes. Quizás una persona amiga o de tu familia está enferma y los doctores no son optimistas sobre su diagnóstico. O quizás estás sufriendo silenciosamente por depresión, ansiedad o soledad. Es como si hubieras hecho muchas repeticiones de ejercicio y no hay forma para ti de continuar.

Pero la ironía de levantar pesas es que está probado que hace tus músculos más fuertes. Resistir te hace más fuerte. 

La mejor noticia para nuestros corazones es que no tenemos que resistir solos. Tenemos una fuente de fuerza supernatural, eterna y todopoderosa en nuestro Creador, que nunca se siente cansado ni fatigado. La promesa de Isaías en la Escritura de hoy dice que Él le dará fuerza a nuestros corazones cansados e incrementará nuestro poder cuando seamos débiles. 

El Salmista dice: “'Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; Y su entendimiento es infinito” (Salmo 147:5 RVR1960). Podemos pasar nuestra vida entera aprendiendo sobre el Señor, y aún así nunca conseguir una comprensión total de quién es Él. En nuestro cansancio y agotada fuerza, una y otra vez, podemos volvernos a Dios y descubrir más sobre Su carácter y Sus caminos. En lo profundo de esos momentos de descubrimiento acerca de nuestro Padre es donde nuestra esperanza se construye. 

“...los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerza”. ¡Esta promesa es para ti!

La palabra hebrea para esperanza aquí es qavah y también se traduce como “confiar, esperar, buscar, contar con ello”. Se usa en otros lugares de la Biblia para describir el unir materiales, juntarlos y sujetarlos mientras se aplica fuerza. 

La esperanza no es pasiva. Exactamente como tengo que levantar la mancuerna con mis manos para lograr cada repetición, la esperanza implica acción. La comida rica en proteínas que como luego de una sesión de entrenamiento provee a mi cuerpo de energía y repone mis fuerzas. Si nuestros cuerpos físicos se fortalecen con pesas y comida, ¿cuánto más nuestros corazones no serán fortalecidos por nuestro Dios t
Todopoderoso y Eterno? 

Pon tu esperanza en el Señor hoy y encuentra tu fuerza en Él.

“'¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén”(Romanos 11:33-36 RVR1960)

Detente y reflexiona: ¿Cómo puedes buscar esperanza y tener expectativas en un área de tu vida que se ve desesperanzada?

Practica: Sabiendo que Dios es la fuente de todo el poder y la fuerza, considera lo que puedes hacer para unir, juntar y mantener aplicando fuerza.