Construyendo una fe firme Muestra

¿Qué conoces de Él?

Parte 2

En el devocional anterior, comenzamos a interpretar la interacción poderosa de “El Sanado” con Cristo y estudiamos la primera parte de esa poderosa frase: “Señor, si quieres”…

Hoy, sigamos adentrándonos en descubrir más tesoros allí plasmados. 

“Puedes”

La palabra seguida a quieres, que “El sanado” mencionó, fue “puedes”. En el original griego, es “dynamai que significa “ser capaz, fuerte y poderoso". Y es una aseveración… es como decir: ¡Sé que puedes!

Por último dijo, “sanarme” En el original griego es katharizō tiene implicaciones de limpieza no solo físicas, sino morales. Alguien limpio de lepra en ese entonces, no solo tenía el gozo de ver su piel sana, sino también su nombre. Era bienvenido nuevamente a la interacción social. Nadie más volvería a llamar enfermo a aquel que fue sanado. Nadie más rechazaría al que se le daba nuevamente la bienvenida. Literalmente era volver a vivir.

Ahora, uniendo el significado de: Si quieres+ puedes+ sanarme, lo que este hombre pudo haberle expresado a Jesús sonaba a algo parecido a esto: Señor, en caso de que tu amor te mueva a hacer algo por mí, yo creo que tienes la capacidad, la fuerza y el poder de, no solo sanar mi cuerpo, sino también de devolverme a la vida.

¡¿Cómo podría pasar desapercibido algo así?! Esta poderosa declaración movió a Jesús, sin vacilar, a responder algo como: eso es lo que tengo en mi corazón y quiero hacer! Sé sano, vuelve a la vida!

La Fe en Quién es Él, nos lleva a la victoria.

Conocerlo de cerca, a través de Su palabra, es la clave que nos comunica y nos conecta con Su corazón.

En este tiempo, en el que seguramente anhelamos presentar tantas cosas al Señor, ¿qué pudieses aplicar de esta enseñanza a tu interacción con Él?