El Verdadero ÉxitoMuestra

Después de aquel regreso triunfal de sus discípulos, Jesús hace esta oración. Aprendamos de lo que Él dijo:

Primero Jesús alaba al Padre porque estas cosas sencillas, de ir por el camino sanando, bendiciendo y anunciando el Reino de Dios fueron escondidas a los sabios, pero reveladas a los sencillos, a los que son como niños y a los niños. «La sencillez del evangelio es para todos», los que con la fe de un niño creen lo que Jesús dijo.

Lo segundo que encontramos en la oración de Jesús es «La alegría, exaltación al poder total de Dios, El Padre», por su grandeza y a la vez muestra una profunda relación entre Padre, Hijo y Espíritu, porque por el Espíritu se llena de gozo y alaba al Padre.

Lo tercero es la afirmación de que el Padre le ha entregado todo, Jesús es el dueño de todo, en la íntima relación que hay entre el Padre y el Hijo, Uno revela al Otro.

Lo cuarto que se exalta en esa oración es una afirmación que nos debe llenar de reverencia hacia Jesús: «Nadie conoce al Padre sino el hijo y a quien el hijo lo quiera revelar». Jesús se ha revelado a nosotros, a ti y a mí, y a toda la humanidad, los discípulos lo vieron y creyeron, nosotros no lo vimos, pero creímos, más adelante en el evangelio de Juan, Jesús nos dice: «¡Felices (bienaventurados) los que confían en mí sin haberme visto!» Juan 20.29. 

Jesús se ha revelado, en Él nos ha revelado al Padre. Tu y yo decidimos si creemos o no, somos los responsables de esta decisión.