El Verdadero ÉxitoMuestra

El experto en la ley, continúa con su interrogatorio, tratando de tener un diálogo teológico con Jesús; muchas veces la Biblia es usada para hacer teología, perdiendo de visto lo más importante, que es vivirla.

El maestro de la ley hace una nueva pregunta que sólo deja ver su ignorancia de las Escrituras, o su mala intención porque dice no saber lo esencial de la Ley de Dios. Y es que cuando tratamos de justificar nuestros actos incorrectos, sale a la luz lo que realmente somos. Jesús le da una lección de vida que nos sirve a nosotros para atesorarla y vivirla.

Estas historias no fueron escritas para mostrar quienes son los buenos y los malos; son para enseñarnos lecciones de vida y en la vivencia de ellas, nuestra vida tendrá el verdadero éxito. En esta historia las lecciones son muchas, tratemos de identificarlas, hay una invitación a no perder tiempo en discutir sobre pensamientos religiosos, y mucho menos usando la Biblia para justificar nuestros propios pensamientos, concentrémonos en vivir los principios que nos enseña la Biblia.

Otra lección la da Jesús cuando le relata la historia al maestro de la ley y le devuelve la pregunta, ¿quién en esta historia es el prójimo?, la conclusión que Jesús propone es una: mi prójimo es quien necesita mi ayuda, es quien está cerca de ti y te necesita, y esa persona es digna de nuestra compasión. Grabemos en nuestra mente y en nuestro corazón estas palabras de Jesús: «Ve tu y haz lo mismo»; Identifica al necesitado, atiéndele como lo hubiera hecho Jesús, quien siempre miró a los que le rodeaban como dignos de compasión.