Hagamos lo que Jesús hizoMuestra

Cuando amas a Dios lo obedeces como lo hizo Jesús

El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.

El punto de la vida espiritual no es conocer, sino obedecer. La meta no es que nosotros conozcamos los mandamientos de Jesús, sino que obedezcamos los mandamientos de Jesús. 

¿Por qué la obediencia es tan vital para Dios? Es simple. La obediencia a Dios muestra nuestro amor por Dios. Si verdaderamente amo a Dios, entonces voy a querer complacerlo. Querré obedecerlo. No será un trabajo pesado, sino un deleite. 

Si amas a alguien quien es un igual, un ser humano, entonces ese amor siempre se expresará en servicio. Querremos servir a esa persona y satisfacer sus necesidades si podemos. Simplemente es natural.

Pero cuando se trata de amar a Dios, a alguien quien está por encima nuestro, entonces ese amor siempre se expresará en obediencia. Es totalmente natural. Nosotros querremos complacer a Dios. Esto no significa que la obediencia es fácil, algunos de los mandamientos de Dios son duros. Pero nuestro más profundo deseo en el corazón es obedecer a Dios, aún cuando no es conveniente o confortable. Ahora, aquí está la mejor parte. Cuando obedecemos a Dios, cuando nuestra actitud establecida es obedecerlo sin importar qué, ¿qué sucede? Jesús nos da impresionantes promesas: El Padre nos amará. Jesús nos amará. Jesús se mostrará a sí mismo a nosotros. 

Pero, espera un minuto. ¿ Dios no nos ama ya? Sí, lo hace. Él nos ama perfectamente, indefinidamente, incondicionalmente. Pero Dios sostiene en su corazón una ternura especial, una cercanía especial, una intimidad especial por sus hijos quienes anhelan complacerlo.

A.W. Tozer lo expresó bien cuando dijo: «Dios no tiene favoritos, pero sí tiene relaciones íntimas». Los íntimos de Dios son aquellos que lo obedecen porque lo aman.

El Padre derrama su Espíritu sobre los que lo obedecen. El Padre derrama su amor sobre los que lo obedecen. El Padre se acerca a los que lo obedecen. El Padre se revela a los que lo obedecen.

Hay un camino que conduce al corazón mismo de Dios. Solo aquellos que obedecen a Dios, solo aquellos que obedecen a Dios con amor, recorrerán ese camino.