Perlas diarias- Tomando tu corona como hija del ReyMuestra

Día 3: Deja de gritarme

Ruidoso: que produce o es capaz de producir mucho ruido; fácilmente audible.

¿Recuerdas hace años cuando tu televisor se quedaba sin señal y producía un ruido horrible y fuerte con una imagen lluviosa en la pantalla? Tal vez estoy revelando mi edad, pero cada vez que esto pasaba yo corría al televisor para apagarlo porque era muy ruidoso y desagradable. Algunas veces pienso que muchas de nosotras estamos caminando por ahí con ese ruido lluvioso en nuestra cabeza, mientras nos esforzamos por ser todo para todos.

Tal vez tu estás en la universidad viendo y escuchando lo que otros están haciendo y tu cambias tus prioridades para verte como ellos. Puedes estar en tus treinta y cinco años, como yo, criando a tus hijos y viendo a tu alrededor a cómo las demás madres hacen que parezca tan fácil. Tal vez ya estás retirada y el ruido al que estabas acostumbrada se ha ido. Cada temporada de nuestra vida trae un ruido diferente, así que quiero que te proyectes a los días que vienen. ¿Qué ruidos están por venir? ¿Son las opiniones de tus compañeros de trabajo, o arrullos de bebés, teléfonos sonando, niños jugando o teclas en un teclado? En este momento yo estoy escuchando a mi ruidosa secadora que está secando la ropa por quinta vez porque en verdad detesto doblarla. La secadora tiene un propósito: secar la ropa. En la medida que enfrentas tu día, adivina qué, tienes un propósito. Es fácil complicar cuál puede ser ese propósito porque tenemos muchas responsabilidades que "creemos" que son nuestro propósito.

Has el siguiente ejercicio. Pon una alarma en tu celular que suene dentro de 6 minutos. Cierra tus ojos y trata de aclarar tu mente. Solo siéntate en silencio. (Yo esperaré aquí).

Espero que hayas podido hacer el ejercicio porque con él acabo de mostrarte cuál era tu propósito, detenerte. Tu Padre Celestial quiere susurrar su dulce y suave voz a tu corazón. Él quiere mostrarte cosas. Él quiere dirigir tus pasos y debemos aprender a apagar esos sonidos lluviosos de nuestra vida. Si nunca has escuchado Su voz, quiero hacerte una sencilla pregunta: ¿Has sacado tiempo y aclarado tu mente y corazón lo suficiente como para escuchar? Comienza por eso, y si quieres aprender más, te animo a leer el libro de Priscila Shirer "Discerniendo la voz de Dios". Ese libro cambió mi vida.

Al crecer, mi papá me llamaba por mi nombre y el "tono" en que lo decía me permitía saber si estaba en problemas o si él solo necesitaba algo. Veía a mi papá todos los días así que podía reconocer su voz por sobre otras 100 voces de hombres aun sin estar viéndolo. Tu Padre Celestial está esperando por ti para quitar de ti aquello que no te permite escucharlo para que puedas escucharle más fuerte. Comencemos este día con una oración que nos recuerde en nuestros corazones que nuestro propósito es crecer en nuestra relación con nuestro Padre Celestial. El resto caerá en su lugar de acuerdo con Su voluntad.

Oración diaria:

Papito Celestial,

Estoy a punto de enfrentar mi día con muchos ruidos, así que mi oración es que me ayudes a tener quietud. Hay muchas cosas que me gritan y me siento abrumada. Ayúdame a discernir lo que es ruido y lo que es TU voz hablándome. Se que mi propósito es acercarme a ti y tu pondrás en orden todos los demás detalles. ¡Ayúdame a confiar MÁS en ti! En el nombre de Jesús.

Con amor,

Tu hija

¡No olvides hoy tu corona!