La evidente manifestación de Cristo, Parte 3Muestra

Nos ha hecho dignos

Hoy como hijos de Dios, al equivocarnos, todo está perdonado y olvidado; pero recuerde que esa vergüenza que sufrió, fue de la cual lo libró el Señor desde la raíz, quitando la antigua naturaleza que tiende a una vida de vergüenza. El Señor nos recuerda que ya nos libró de esa naturaleza, no quiere que vivas de nuevo esa vergüenza, no estás llamado a vivir con la cara agachada. Él cambia completamente la naturaleza y nos hace dignos para el Padre. 

De la misma manera como hemos sido amados, debemos llevar el evangelio a las personas. Corazones tiernos que no sean endurecidos. Corazones agradecidos que llevan el evangelio y que dicen a los demás: tengo una buena noticia, no tienes que vivir en vergüenza, porque una vez estuve en esa posición y no pude contener los impulsos por la naturaleza caída, pero Dios me llevó a un nivel de dignidad no solo olvidando mis fallas, sino cambiando la esencia de mi ser, para no necesitar eso que me avergonzaba, ahora soy completamente libre. El corazón del Señor es tierno, misericordioso para los demás.

Juan 2:16 dice: y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado. Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume. 

El Señor no cobra milagros a nadie, ni pide que sea depositado dinero, ese no es Él. Cuando se pide ofrenda, honra o diezmo, es por un tema importante, no para que Dios haga un milagro de sanidad, porque aunque no diera nada, por la llaga de Cristo ya fue curado. El dinero no es para mantener la salvación, porque es por gracia y para siempre. Damos con gozo, porque el milagro más grande Él ya lo hizo, cambiándonos la naturaleza, sentándonos en lugares celestiales y metiéndonos al año agradable del Señor.  

La paloma tipifica al Espíritu Santo. En ese tiempo la casa del Padre era un templo hecho con ladrillos, ¿cuál es la casa del Padre hoy? Nosotros, ¿en quién fluye la paloma? ¿La paloma, que es el Espíritu Santo, que ha dado? El Espíritu Santo vive en todo el que cree.

Las personas mercadean con el Espíritu cuando condicionan su fidelidad a Dios, los recursos, talentos, y aquello que Él dio para ser de bendición a otros, se utiliza para controlarlos y manipularlos. ¿Hoy, quién administra el Espíritu Santo? La Iglesia.