Mordeduras de duelo: duda reveladaMuestra

La Palabra de Dios nos dice que cuando dudamos, Dios no está obligado de ninguna manera a responder nuestras oraciones sobre la situación en la que estamos pidiendo ayuda.

La Biblia describe la duda como de doble ánimo. De hecho, Dios incluso dice que ni siquiera debemos esperar una respuesta.



Cuando nos damos cuenta de que estamos dudando de Dios y no damos los pasos que necesitamos para vencer nuestra duda, puede ser una tremenda bofetada en el rostro de Dios, Su bondad y Su carácter. Básicamente, lo estamos colocando debajo de nosotros porque creemos erróneamente que sabemos más que el Dios Santo que nos creó.



Dios mantiene todo el mundo en orden. Él hace que el sol salga todas las mañanas y la luna todas las noches. Él mantiene el mundo entero, y toda la creación, y las estaciones, funcionando todos y cada uno de los días sin nuestra ayuda o nuestro aporte.



La duda nos hace creer que estaríamos mejor en control. ¿No es ridículamente arrogante de nuestra parte cuando pensamos que sabemos más que Dios?



Pero, ¿por qué Dios permite situaciones que intentan hacernos dudar?



Cuando Dios nos creó, pone todos nuestros días delante de Él. Nada de lo que pasamos en la vida lo sorprende.



Si Él no ve valor en una situación, no lo permitirá.

No hay una situación de la que Dios no tenga el control total. Dios nunca desperdicia ninguna situación por la que atravesemos. CADA situación tiene la capacidad de ayudarnos a nosotros o a otros.



No tenemos la capacidad de ver la imagen completa de nuestras vidas... y nuestras vidas no se limitan a nosotros mismos... o incluso a la tierra. ¡No, hay una imagen MUCHO más grande! Nuestras vidas en la tierra también incluyen la eternidad, y nuestras vidas también impactan a las generaciones futuras.



Ninguno de nosotros existe simplemente para el "aquí y ahora"... y todas nuestras vidas vivirán a través de cualquier legado que dejemos a las generaciones posteriores.



Las situaciones por las que pasamos en la vida tienen un propósito mucho más grande de lo que podríamos pensar... de hecho, algunas situaciones por las que estamos pasando actualmente pueden ser para un propósito futuro.



¡PODEMOS confiar en Dios! Estamos aquí en la tierra no para nosotros mismos, o incluso para nuestra comodidad o integridad. La comodidad y la plenitud se prometen y vienen más tarde en el Cielo.



Incluso si parece que la vida nunca mejorará... ¡puede hacerlo! Cuando sientes que te has perdido, ¡eso realmente puede ser algo muy bueno! Es una señal para advertirte que estás en el camino equivocado y estás confiando en ti mismo, o en algo... o en alguien... más, en lugar de confiar en Dios.



La duda puede ser el mayor catalizador que puede catapultarnos a una mayor confianza en Dios... ¡y una relación más profunda con Él!

¡Permite que tu duda te refine!



Cada vez que tienes dudas, no necesariamente significa que te falta fe... significa que estás poniendo tu fe en las personas equivocadas o en las cosas equivocadas.



¡De ahora en adelante, usa la duda como una señal para hablar con Dios y ponerte en el camino correcto con Él! ¡Elige hoy confiar en el Señor con todo tu corazón!



Continúe teniendo conversaciones transparentes de corazón a corazón con Dios. ¡Búscalo con todo lo que tienes!