Mordeduras de duelo: duda reveladaMuestra

Hay un sentimiento familiar que muchos que están pasando por un duelo (o una pérdida) pueden sentir... sin embargo, muchos no tienen la capacidad de etiquetarlo.



Es un sentimiento que envuelve un corazón afligido, pero es tan sutil que muchos ni siquiera se dan cuenta de cómo se está plantando profundamente en las raíces de su alma.



Duda.



Cuando pasé por una dura experiencia de duelo, no podía entender por qué todavía podía tener un fuerte hambre de Dios, Su Voluntad y Sus caminos... pero no podía disfrutar plenamente de Dios o Su Palabra.



Me sentía distraído cada vez que oraba o leía la Biblia.



Mientras oraba a Dios, buscando conquistar la apatía estancada y que me distraía, Él me reveló que la raíz de mi problema no era la distracción... y no era la apatía. No fue una falta de concentración... o la incapacidad de quedarse quieto tampoco.



Mi problema de raíz era la duda.



No dudé de la bondad de Dios. Sabía en mi corazón que Él ES bueno. Aunque he pasado por muchas pérdidas, Él siempre me ha dado mucha gracia para ayudarme a ver Su bondad todos los días.



No dudé del amor de Dios... Sé que Él ES amor y todo amor viene de Él.

Cualquiera en cualquier momento puede mirar a su alrededor y ver asombrosas evidencias de Su asombroso gran amor.



Dios me reveló a mi corazón que no dudaba de Su CAPACIDAD para obrar en mi vida...sino de Su DISPOSICIÓN para actuar y obrar en mis circunstancias.



No dudé de lo que Dios PODRÍA hacer... sino de lo que Él HARÍA.



¿Cuántos de nosotros tenemos dudas hoy?

¿Cuántos de nosotros hemos pensado que no somos dignos de que Dios actúe en nuestro nombre?

¿Cuántos de nosotros dudamos de la sinceridad de Dios?



No podemos darnos el lujo de confiar en nuestros corazones, nuestros meros pensamientos o nuestros sentimientos en tiempos de duda... debemos probar nuestros pensamientos y sentimientos, y entrenar nuestros corazones para confiar en Dios para vencer la duda.



Si has luchado con la duda, este plan de lectura es para ti.



Comencemos pidiéndole a Dios que nos ayude a superar nuestras dudas y nos ayude a superar cualquier situación de incredulidad que podamos enfrentar.



Únase a mí los próximos 7 días mientras buscamos ver el origen de donde yacen nuestras dudas.