Citas en la Edad ModernaMuestra

Con quién salir

Uno de los grandes peligros de las citas es la tendencia a adoptar una mentalidad de consumidor en lugar de una mentalidad de compañero . Cuando le preguntas a las personas con qué tipo de persona les gustaría salir, comienzan a enumerar un conjunto de características. “Alto, pero no demasiado alto. Sensible, pero fuerte. Confiado, pero también cariñoso. Guapo, pero divertido. Y un buen trabajo con ingresos sólidos ".

El problema de comenzar con una lista de características es que crea una expectativa que nadie puede cumplir. Estás intentando personalizar tu pedido para obtener lo que crees que es mejor para ti. En las citas, busca una persona a quien amar, no un producto para consumir. Por lo tanto, tu proceso de selección no puede basarse en características transitorias como la apariencia, el encanto o la riqueza, porque estas características se desvanecen con el tiempo (vea Proverbios 31:30). Si tu matrimonio se basa en características superficiales, no tienen ninguna esperanza de un futuro duradero.

En las citas, no estás construyendo un robot a partir de partes humanas para satisfacer tus necesidades. Más bien, estás aprovechando tu vida para edificar a la otra persona para la gloria de Dios. La persona con la que elijas casarte debe tener un punto de anclaje de amor y moralidad fuera de lo que ofreces para que tu matrimonio pueda mantenerse fuerte incluso cuando estás en tu punto más débil. Quieres a alguien cuya fidelidad hacia ti no esté anclada en las arenas movedizas de las circunstancias.

Ahora, ¿descubrirás todo esto sobre una persona en la primera cita? ¡Por supuesto que no! Cualquiera puede fanfarronear en una entrevista de una hora. Pero lo que quieres ver es a alguien que se esfuerza por hacer cosas bonitas por bonitas razones. Quieres a alguien que busque activamente al Señor con un nivel de intensidad compatible con el tuyo. Queréis estar juntos en el altar y prometer ser fieles el uno al otro sin preguntarse si ambos sois sinceros.

Quieres vivir tus años con alguien que no solo sea fiel a Dios sino que también se adapte bien a ti. Tus convicciones y creencias personales acerca de Dios importan en tu relación. Hay cuestiones teológicas críticas sobre las que no se puede doblegar: la existencia del Dios trino, la realidad del pecado, la muerte sustitutiva de Cristo y la salvación por gracia mediante la fe. Más allá de estos, hay otros problemas críticos en los que es posible que no estéis de acuerdo y que trabajéis juntos. Sin embargo, te advierto que, si bien no es necesario estar al tanto de todos los problemas, deseas estar alineado con los problemas más importantes para ti.

Ser compatible socialmente es importante. La mayor parte de tu matrimonio no te dedicará a tener relaciones sexuales, sino a pasar el rato juntos. Deberías encontrar interesante a tu pareja. Debes tener metas de vida y de carrera que apunten en direcciones compatibles. Algún compromiso es esencial. Pero demasiado, y ambos podéis terminar frustrados porque no podéis cumplir vuestra misión en la vida.

La Biblia reconoce el valor de la atracción física (solo lee el Cantar de los Cantares). Es un factor en la construcción de una relación, pero no determina si debes estar con alguien. Obviamente, esto se debe a que todos envejecemos y la belleza o salud externa se desvanece. ¡Así que sé inteligente! Es mucho más fácil contemplar estos temas antes de la boda. Considerar todos estos puntos te ayudará a discernir si Dios ha ordenado una relación o no.

Responde

Cuando consideras con quién salir, ¿qué buscas en una persona?

¿Cuáles son tus factores decisivos para decidir con quién salir? ¿Dónde estás dispuesto a ceder y sacrificarte en una relación?

¿Cómo te determinas si la persona con la que deseas salir se esfuerza por alcanzar los mismos objetivos que tú? ¿Cuál es el peligro potencial de no convertir esto en una prioridad?