Santiago: Versículo Por Versículo Un Plan De Estudio De 10 DíasMuestra

Preparación

¿Qué aspectos de tu vida y tu lugar en el mundo te confunden? ¿Te cuesta vivir en la práctica lo que dices creer? ¿Sueles remplazar la sabiduría de Dios por tus sentimientos, el temor a las consecuencias, la opinión de la mayoría, resultados conseguidos en el pasado, normas culturales o leyes dictadas por el gobierno? Por el contrario, el mensaje de Santiago es: “Busca a Dios. Busca la sabiduría. Pon en práctica la Palabra”.

Santiago confronta el asunto más importante de la vida: una fe auténtica en un mundo engañoso. Los primeros destinatarios de su carta se enfrentaban a pruebas similares a las que encontramos los creyentes actuales. Las mayorías gentiles, generalmente, miraban con desprecio al pueblo judío. Tanto gentiles como judíos se oponían cada vez más a los cristianos. Las familias y las iglesias eran perseguidas y, con frecuencia, separadas. Los creyentes carecían de dinero, influencias y capacidad para producir reformas sociales o gubernamentales. Trabajaban bajo líderes opresores y codiciosos. Debían luchar contra sus propios hábitos pecaminosos.

Dios sabía todo acerca de cada uno de ellos, como lo sabe ahora también. Ellos tenían fe, pero necesitaban corrección y líderes devotos a Él. Dios les proporcionó un libro práctico, escrito por un líder práctico, con una fe madura. ¿Cómo puede Santiago ayudarte hoy a aclarar tu confusión y a hacer madurar tu confianza en Dios como discípulo de Jesucristo?

Mantenerse Firme

Dios conoce cada dolor y cada dificultad, y estas cosas tienen gran importancia para Él. Es por eso que el Padre entregó a Su Hijo. Él promete quitar el pecado y renovar a Su creación y a Sus hijos. Los sufrimientos nos advierten a todos que la muerte vendrá y ha venido. El pecado nos separa del plan de felicidad eterna de Dios. Dios extiende Su invitación de gracia al arrepentimiento y la fe en Jesucristo. “Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor”. 29 La gracia de Dios es más grande que nuestro pecado. Su gloria empequeñece cualquier sufrimiento.

Es fácil encontrarles defectos a los demás, pero debemos confesar nuestros propios actos de favoritismo y actuar al respecto. Santiago nos da sabiduría para lidiar con el pecado de la discriminación entre las personas supuestamente “importantes” y otras “no importantes” en nuestras iglesias, nuestro trabajo y nuestro círculo social.

Santiago concuerda con Pablo y con todos los grandes maestros de la iglesia en cuanto a tres elementos de la fe auténtica: La fe dada por Dios incluye contenido, afirmación y compromiso. No existe la fe salvadora si no se conoce que Jesucristo, eterno y pleno Hijo de Dios, se hizo plenamente humano para vivir sin pecado, morir en la cruz para nuestra salvación, ser sepultado y resucitar tres días después. Él ascendió, envió al Espíritu Santo para que habitara en los creyentes, y volverá. La nueva vida nos da la posibilidad de afirmar: “Estoy de acuerdo, esto es cierto. ¡El Dios Trino obró mi salvación!”. Las nuevas criaturas en Cristo se comprometen con esta afirmación siguiendo a Cristo para llegar a ser como Él por medio del Espíritu Santo. La fe auténtica es una fe dada por Dios que revela su contenido, y genera una nueva vida para afirmar y vivir lo que es verdadero. ¿Es así, realmente, la vida que tú vives?

Poner en práctica

¿Has tomado verdadera conciencia de la suciedad moral que describe Santiago? No podemos ignorar las devastadoras imágenes, los sonidos y los olores del sufrimiento, la muerte, la devastación y la pérdida. Santiago dice que los creyentes pueden evitar la contaminación moral si permiten que la gloria de Jesús los consuma. Pero evitar la contaminación no es la mayor verdad para los creyentes. ¡La mayor verdad es que Jesús salva! Es necesario que nos comprometamos a servir con amor, a largo plazo, sacrificadamente, a nuestro prójimo. ¿Hay alguien que conozca la gracia de Dios, la libertad del perdón, el amor de Cristo, la dignidad de ser persona, la hospitalidad inmerecida, una palabra amable y práctica, o una ayuda material por conducto suyo?

¿Por qué existen el abandono de un cónyuge, la enfermedad, la muerte de seres queridos, el terrorismo o los prejuicios? Estas cosas son profundamente perturbadoras; aún los cristianos más fuertes preguntan por qué Dios permite el sufrimiento. Hay algo de verdad que podemos conocer. “Toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto, donde está el Padre que creó las lumbreras celestes, y que no cambia como los astros ni se mueve como las sombras. Por su propia voluntad nos hizo nacer mediante la palabra de verdad, para que fuéramos como los primeros y mejores frutos de su creación”. ¿Confías tú en el carácter de Dios? ¿Confías en que Él sabe todas las cosas, y sabe qué es lo mejor? ¿Crees que Él nos da nuestro supremo bien como parte de Su nueva creación? ¿Perseveras, confiando en Su amor?30 Aun cuando no entiendas plenamente el porqué de tu sufrimiento, ¿encontrarás consuelo en Su presencia, Su amor y Sus promesas de futura gloria?

Dios hace pesar Su gloria sobre toda la creación. Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo es verdad. Su verdad abarca los misterios cósmicos y también cada pequeño asunto práctico. ¿Es este el Dios a quien tú honras durante el día? ¿Es para ti, como para Santiago, prioritario “poner en práctica la palabra” en tu entrega a Dios? ¿Confías en Su buena voluntad por sobre todas las cosas? ¿Qué has aprendido por medio de BSF para hacer madurar ut fe en lo que va del año? ¿En qué sentido te encuentras mejor equipado para reconocer el mal y buscar sabiduría?

Las preguntas de Santiago sobre el favoritismo exigen una profunda reflexión. ¿Te ha dado Dios beneficios materiales? De ser así, ¿los utilizas desinteresadamente para ayudar a otros? ¿O acaso el deseo mundano de riqueza y fama te tienta a halagar al rico y hacer a un lado al pobre? ¿Está tu mirada fija en el Señor Jesús, que dio todo por ti? De ser así, serás conocido en la familia de tu iglesia como una persona que se contenta con lo que tiene, llena de gracia, que se deleita en compartir y suficientemente humilde como para pedir ayuda cuando la necesita.

Preguntas

P13. ¿Cómo ha impactado el estudio de esta semana tu pensar sobre las pruebas, la tentación y la fe?

Versos Relacionados

29 La muerte y la vida: Romanos 6:23

30 Pertenecer a Dios: Romanos 8:28-29

Reflejar

Hemos llegado a un momento de nuestro estudio para hacer una pausa. Reflexionemos sobre lo que hemos descubierto hasta ahora para ayudarnos a crecer. Reflexiones sobre las Escrituras, tus oraciones y las respuestas a las preguntas que surgieron a medida que estudiabas. Aquí hay dos preguntas para guiarte a aplicar lo que has aprendido en este estudios a tu vida diaria.

P14. Anota cómo has visto la actividad de Dios durante la semana. (¿Cómo Dios ha provisto, contestado, consolado, reconciliado, guiado, etc.?)

P15. ¿Qué fue lo que más te impactó de las notas, las conferencias, al compartir en grupo o el estudio personal de la semana pasada?