Santiago: Versículo Por Versículo Un Plan De Estudio De 10 DíasMuestra

Preparación

¿Alguna vez se has sentido tironeado en direcciones opuestas por metas, intereses, personalidades o necesidades que están en conflicto entre sí? Una cosa es elegir lo que parece ser lo mejor entre dos buenas opciones. Pero las presiones del mundo, las malas influencias y nuestros propios deseos pecaminosos constantemente nos presionan para que elijamos lo malo en detrimento de lo bueno. ¿Reaccionas a esta tensión tropezando entre decisiones egoístas, palabras insensibles, reacciones airadas o pensamientos llenos de envidia? Santiago dice que no estás solo. Dios está cerca de nosotros, para que podamos nosotros también acercarnos a Él. Él ama a Sus hijos y los guía para que puedan responder a las pruebas con fe.

Nuestras decisiones son determinadas por el origen de nuestra identidad. Los padres, muchas veces, alientan a sus hijos a “no olvidar quiénes son”. Cuánto más nuestro Dios creador y sustentador, el Dador de la vida, nos llama a no olvidar que todas las personas fueron creadas a Su imagen, y que tienen propósito, valor, dignidad e importancia. La forma en que vemos a los demás y nos vemos a nosotros mismos tiene gran importancia. La fe auténtica demuestra que somos hijos de Dios. La fe dada por Dios incluye el poder de transformar nuestros pensamientos, prioridades, decisiones y relaciones. Acepta la convicción de pecado y renueva tu compromiso de vivir por fe en respuesta a la sabiduría que Dios te acerca por medio de Santiago.

Mantener firme

Todos los creyentes sufrimos pruebas y tentaciones. Todos tropezamos mientras aprendemos a vivir como Jesucristo. No obstante, nuestra forma de hablar es, quizás, el mejor indicador de cuánto nos sometemos al poder del Espíritu Santo en un momento dado. La lengua se utiliza para hablar y para gustar. Santiago da ilustraciones del poder de nuestras palabras y del sabor de nuestras palabras, salado o dulce. El origen del poder y la elección de nuestras palabras es cuestión de vida o muerte. La lengua es un don de un bien potencialmente enorme e inimaginable cuando nos sometemos al control de Dios.

Toda persona es rápida para defenderse a sí misma. Cuando se expone algo malo que ha hecho, ya sea un hombre, una mujer, un niño o una niña dirá, casi de inmediato: “Ellos lo empezaron”, o “Ellos me hicieron enojar”, o “No puedo evitarlo; soy así”, o “Yo no soy tan malo como los que me rodean”. No podemos leer la carta de Santiago sin experimentar convicción de pecado, al menos, en algún área de nuestra vida.

La carta en sí misma es como la ilustración del espejo que se encuentra en ella. ¿Qué realidades del pecado te ha mostrado Dios en este espejo? Las justificaciones racionales jamás conducen a una transformación en la vida cristiana. La convicción llega por medio de la presencia de Dios, la invitación al arrepentimiento y la promesa de perdonar y restaurar.

¿Es errado poseer bienes materiales? Encontramos muchas personas adineradas en la Biblia que no fueron condenadas por su prosperidad: Abraham, Job, David, por ejemplo. En Génesis, vemos que Dios creó todas las cosas buenas para que las personas pudieran disfrutar plenamente de Su gloria. La posesión de bienes, en sí misma, no es el problema. El problema es que el mundo, el mal y nuestros propios deseos pecaminosos nos tientan a acumular lo que conseguimos para nosotros mismos. Muchas veces, conseguimos cosas pecando contra otras personas. Dios renueva a Sus hijos por medio de la fe auténtica para que lleguemos a ser administradores de lo que Él nos da, como Él lo ordena, para Su gloria.

Poner en práctica

La tecnología de comunicación mundial multiplica el daño que puede hacer una lengua descontrolada. Algunas personas gobiernan naciones por la fuerza de sus palabras. Los padres, y otras personas, moldean a la siguiente generación en la historia humana por medio de sus palabras. ¿Qué palabras has pronunciado tú para contribuir a la guerra, o a la paz? ¿Cómo puedes crecer en sabiduría para hacer uso de las herramientas modernas con el fin de ofrecer el amor y la vida de Cristo al mundo? ¿De qué manera respondes a las críticas insensatas, los chismes o las explosiones de ira de otras personas? ¿Sueles confesar tus pecados de habla y perdonar a otros más rápidamente de lo que te ofendes o te desentiendes del asunto?

Santiago habla de una cura para el adulterio espiritual: “Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes”. Estas palabras son para los creyentes que se han apartado. ¿Cómo nos acercamos a Dios? Nos acercamos a Dios en la cruz, donde Él ya se ha acercado a nosotros. ¿Estás tú acercándote a Dios o acercándote al pecado? ¿Dependes de la Palabra de Dios y de amigos fieles como ayuda para resistir a la tentación? El pecado nos engaña y nos hace pensar que podemos controlar su poder. ¿Hay alguien que ore contigo para que la voluntad de Dios se convierta en el deseo de su corazón en toda circunstancia?

La Biblia nunca impulsa a los hijos de Dios a buscar la persecución. Pero si soportamos padecimientos por amor a la justicia, debemos recordar que no somos los únicos. Todos los profetas sufrieron. Jesucristo sufrió más que ninguno. ¿Acaso pensamos que nunca sufriremos por nuestra profesión de fe? Cuando nos mantenemos firmes en nuestra postura basándonos en las enseñanzas de Dios, debemos rechazar la falsa sabiduría, y es de esperar que suframos. Dios puede librarnos de tales cosas; pero, si nos llegan, podemos sentirnos tentados a pensar que, de alguna forma, Dios nos ha abandonado de repente. ¡No es así! Los hombres y las mujeres que fueron fieles a Dios a lo largo de la historia nos muestran que Él está con los oprimidos y les permite permanecer firmes en la fe que vence al mundo.

Preguntas

P14. A través de la lección de esta semana, ¿cómo te está moviendo Dios para comprometerte con el mundo, compartir una verdad sobre Su Palabra o mostrar sacrificialmente Su amor y bondad?

P15. Anota cómo has visto la actividad de Dios durante la semana. (¿Cómo Dios ha provisto, contestado, consolado, reconciliado, guiado, etc.?)

P16. ¿Qué fue lo que más te impacto de la semana pasada?

Reflejar

Hemos llegado a un momento en nuestro estudio para hacer una pausa. Reflexionemos sobre lo que hemos descubierto hasta ahora para ayudarnos a crecer. Reflexiona sobre las Escrituras, tus oraciones y las respuestas a las preguntas que surgieron a medida que estudiabas. Aquí hay dos preguntas para guiarte a aplicar lo que has aprendido en este estudio a tu vida diaria.