Visto: Curación de la desesperación y la ansiedad a través de la conexión Muestra

Preséntate

Me encanta la historia de Jesús resucitando a Lázaro de entre los muertos. Es un presagio poderoso de lo que Jesús finalmente haría por sí mismo. Pero es lo que hace Jesús antes de gritar “Lázaro, sal”, lo que siempre me ha llamado la atención. Jesús no se apresuró a “arreglar” el problema. De hecho, Jesús sabía que tenía el poder de sanar a Lázaro en cualquier momento, pero no lo sanó de inmediato. En cambio, por razones que desconocemos, Jesús se enteró de la enfermedad de Lázaro y, en lugar de curarlo con una oración a distancia, apareció.

Aparece Jesús. También se presentó a la mujer en el pozo. Se presentó a Tomás después de la resurrección. Jesús se apareció a Pedro en la playa cuando Pedro se sentía avergonzado por sus errores. Se presentó para Zaqueo, Levi y muchos más.

Solo su presencia importa. La gente anhelaba su presencia. Dondequiera que estuviera Jesús, estaba 100% allí y presente. No estaba distraído ni preocupado. Él estaba y está allí.

En el mundo de hoy, puede ser difícil para nosotros estar al 100% cuando nos presentamos. Pero, presentarse y estar completamente presente es vital para ayudar a otros a sanar de la desesperación. Las distracciones nos impiden ver más profundamente y hacer las preguntas correctas. Las distracciones nos dificultarán calmar nuestras mentes e involucrar el lado emocional de nuestro cerebro. Involucrar el lado emocional de nuestro cerebro es necesario para la empatía. Esté armado con empatía y amor, presentarse es simplemente el 50% del trabajo.