Libre de temores Muestra

Porque hay un Padre

«Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a Mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?». Hay un Padre, porque ver a Cristo es ver al Padre, y es un Padre que oye: «Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo». 

El Dr. Gordon, en su libro sobre la oración, dice: «Puedes hacer algo más, además de orar, después de haber orado; pero no puedes hacer otra cosa que orar, hasta que hayas orado». Después de haber orado puede ser que el Señor te guíe a hacer algo o a seguir orando, hasta recibir una dirección, pero no deberíamos hacer otra cosa que orar hasta haber orado. Matthew Henry dice: «He tomado la resolución de clamar a Ti en todo momento, hasta el fin de mis días. No pasará un solo día sin que me oigas». 

Y algo más, una frase de John Wesley: «Tengo tantas cosas para hacer, que dedico la mayor parte del tiempo a orar, antes de estar dispuesto a hacerlas». Debemos honrar a Dios con nuestras oraciones porque hay un Padre que oye. No solo hay un Padre que oye, hay un Padre que ama: «El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre». Fíjate cómo lo expresó Pablo: «Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro». 

Hay un Padre que me ama, y dice: «Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia».