Libre de temores Muestra

Hay un encuentro  

«Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a Mí mismo, para que donde Yo estoy, vosotros también estéis». Habría separación momentánea, pero habría un reencuentro, y nosotros recordamos: «He aquí, os digo un misterio: no todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: devorada es la muerte en victoria». 

Te das cuenta que hay un encuentro, un misterio, porque es una verdad que Dios está dando a conocer, un secreto sagrado que está revelado a través del apóstol Pablo. Será algo instantáneo, un momento, un abrir y cerrar de ojos. Y no sólo eso, además es una metamorfosis. ¿Por qué? Porque aquellos que están muertos en Cristo, que han dormido en el Señor, resucitarán con un nuevo cuerpo, y los que están vivos tendrán un cuerpo transformado. Recuerda que: es un misterio, en un momento, es una metamorfosis. 

«Así que no tengáis miedo muchachos», parece decirles Jesús, «ya veo que estáis tristes, que estáis preocupados. Pero hay una morada, hay un encuentro y además hay un camino.» 

Porque hay un camino 

«Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por Mí». Pero el camino que al hombre le parece derecho, su fin es camino de muerte. Debemos entender, como lo explica Jeremías, que así ha dicho Jehová: «He aquí pongo delante de vosotros camino de vida y camino de muerte.» 

El Señor es el camino de vida, no importa lo que al hombre le parezca, cualquier otro es camino de muerte. Así que tenemos morada, encuentro, camino y también tenemos un Padre.