Dios Con NosotrosMuestra

Dios Con Nosotrosen el valle

Es probable que hayas oído del Salmo 23 antes. Si no, es al que volverás muchas veces. De cualquier forma, ¿suspenderías por un momento todos los preconceptos sobre este pasaje y abrirías tu mente a un nuevo significado?

Muchos historiadores bíblicos creen que David escribió el Salmo 23 en su pubertad, cuando fue ungido nuevo rey de Israel. Imagina por unos minutos esas dos experiencias juntas. Quizás no tengas que hacerlo. Quizás eras un adolescente cuando experimentaste la situación que cambió tu historia.

Solemos leer este conocido Salmo como un recordatorio de una experiencia a favor de confiar en Dios en tiempos difíciles, en el valle de sombra de muerte. Hoy, leámoslo a través de la mente de un adolescente quien ha recibido palabra para la que está menos preparado de lo que alguna vez imaginó. También recordemos que David vivió antes que Jesús prometiera al Espíritu Santo, durante un tiempo cuando la fe en Dios era culturalmente menos íntima y más basada en prácticas religiosas y transaccionales.

David comenzó a llamar a Dios un pastor. Este no era una trabajo que los israelitas elegirían para adorar a Dios. Es cómo si dijésemos, "Dios es mi ranchero..." Aún así, sabemos que David era un buen pastor. Era tan bueno cuidando ovejas que Dios pensó el debía cuidar una nación. Al llamar a Dios un pastor, David amablemente conectó a su Padre celestial con sus propias palabras. No está preocupado en dar un discurso impresionante a Dios. Él básicamente dijo, "Dios, antes que todo, tú me tienes. Yo te tengo, y me gustas." En esta elección de palabras, vemos a un adolescente que se relaciona personalmente con Dios. Él conoció aDios con nosotros.

¿Cómo hablamos con Dios en el valle? Constantemente. Personalmente. Honestamente. Amablemente, como si lo conociéramos y Él a nosotros. ¿Por qué? Porque lo hacemos, y Él también.

David continúa alabando a Dios con calidez, cercanía, en forma personal. Si lees los pensamientos de David en el pasado, son nostálgicos como para un funeral de alguien amado. Es lo opuesto. David tuvo esta conversación amorosa en tiempo real con un Dios viviente. Lee el Salmo 23 de forma diferente hoy. Léelo como hablando con Dios, ya que lo estás haciendo.

¿Qué valle estás enfrentando? ¿Cómo puedes relacionarte en forma diferente con Dios, como David, en el valle?

Ora:Dios, gracias por estar conmigo, en medio de mis enemigos, en el lugar más profundo. Nunca me dejas. Nunca dejas de amarme. Te amo, y te seguiré.