Indescriptible: Un viaje de 7 días sobre Dios y la cienciaMuestra

SOSTENIÉNDOLO TODO JUNTO

¿Has visto trabajadores construir un edificio de ladrillos? No solo ponen los ladrillos unos sobre otros, necesitan alguna especie de pegamento para mantenerlos juntos. El pegamento para ladrillos se llama argamasa.

De la misma forma, tu cuerpo está hecho de 37.2 trillones de pequeños ladrillos llamados células, y como un edificio, esas células necesitan una especie de pegamento que las mantenga todas juntas. El pegamento para las células se llama laminina.

La laminina mantiene tu cuerpo junto. Lo más asombroso sobre la laminina es cómo se ve. Cuando le das un vistazo a la laminina (y necesitas un microscopio para verla), se ve como... una cruz.

¿Por qué es eso importante? Porque es otro recordatorio de que somos creación propia de Dios. Ve, Dios dejó sus huellas en toda Su creación. La Biblia nos dice que aunque no podemos ver las cualidades invisibles de Dios—como Su asombroso poder y Su santidad—podemos ver Su creación y saber que Él es real (Romanos 1:20). Jesús estaba con Dios en la creación, y "por medio de él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles... por medio de él forman un todo coherente"; (Colosenses 1:16-17 NVI ).

La laminina es una imagen de lo que Jesús dice en Su Palabra—Él es el pegamento que sostiene nuestros cuerpos, nuestras almas, y todo—junto. Así que cuando te sientas abrumado y estés teniendo el peor de tus días, piensa en la laminina—y recuerda que Jesús te sostiene a ti—y a todas las cosas—juntas.

¡Asómbrate!

El uso más temprano del pegamento fue el alquitrán de corteza de abedul, lo cual era utilizado para hacer lanzas. El registro más temprano del uso del pegamento viene del antiguo Egipto. Jeroglíficos muestran que el ataúd del Faraón Tutankamón (quizás lo conozcas como el Rey Tut) fue pegada con un pegamento hecho con huesos y piel de animales.

Oración

Señor, cuando empiece a preocuparme acerca de todas las cosas que estén pasando en mi vida y mi a alrededor, ayúdame a detenerme y recordar que Tú eres Señor de todo—y Tú sostienes todo, incluyéndome a mí, todo junto.