Mi máximo por Su GrandezaMuestra

El llamado de la vida natural

El llamado de Dios no es un llamado a servirle de ninguna manera en particular. Mi contacto con la naturaleza de Dios dará forma a mi comprensión de su llamado y me ayudará a darme cuenta de lo que realmente deseo hacer por él. El llamado de Dios es una expresión de Su naturaleza; el servicio que resulta en mi vida es adecuado para mí y es una expresión de mi naturaleza. El llamado de la vida natural fue declarado por el apóstol Pablo: "Cuando agradó a Dios". . . revelar a su Hijo en mí, para que yo pueda predicarlo [es decir, expresarlo pura y solemnemente] entre los gentiles. . . . "

Servicio es el desbordamiento que fluye de una vida llena de amor y devoción. Pero estrictamente hablando, no hay un llamado a eso. El servicio es lo que traigo a la relación y es el reflejo de mi identificación con la naturaleza de Dios. El servicio se convierte en una parte natural de mi vida. Dios me lleva a la relación apropiada con Él para que pueda entender Su llamado, y luego lo sirvo solo por una motivación de amor absoluto. El servicio a Dios es el regalo amoroso deliberado de una naturaleza que ha escuchado el llamado de Dios. El servicio es una expresión de mi naturaleza, y el llamado de Dios es una expresión de Su naturaleza. Por lo tanto, cuando recibo Su naturaleza y escucho Su llamado, Su voz divina resuena a través de Su naturaleza y la mía, y los dos se vuelven uno en servicio. El Hijo de Dios se revela en mí y, por devoción a Él, el servicio se convierte en mi modo de vida cotidiano.

Señor, Tu Palabra viene tan silenciosamente y con todo detalle: "Si alguno me sirve, sígame", y, "Si alguno me sirve, mi Padre lo honrará". Tómame como Tu siervo en este sentido. .