El Jesús fundamentalMuestra

Él está en contra

ORA: Amado Señor, te pido que fortalezcas mi relación contigo mientras paso tiempo en tu Palabra.

LEE: Isaías 59:1-21

REFLEXIONA: El presidente Calvin Coolidge era famoso por dar respuestas cortas. Una vez le preguntaron sobre un servicio religioso al que había asistido. La pregunta fue: "¿Te gustó el sermón de hoy?" Coolidge: "Sí". Pregunta: "¿De qué trataba?" Coolidge: "Pecado". Pregunta: "Entonces, ¿qué dijo el predicador sobre el pecado?" Coolidge: "Él está en contra".

Esta lectura de Isaías nos recuerda una vez más que Dios está en contra del pecado. Eso significa que nosotros también deberíamos estarlo por varias razones importantes. Primero, el pecado nos separa de Dios (v. 2). Vimos esto por primera vez cuando Dios expulsó a Adán y a Eva del Jardín del Edén (Génesis 3:23-24). En la época de Isaías, la gente estaba aún más distante de Dios; habían perdido la capacidad de experimentar Su presencia o comunicarse con Él (Isaías 59:2). Hoy, la distancia se ha vuelto tan grande que algunos piensan erróneamente que Dios está muerto o que nunca existió.

Segundo, el pecado conduce a la ruptura de los valores fundamentales. La calcomanía para el parachoques que dice: "Sin justicia. Sin paz" podría haber sido escrita por Isaías (v. 8). Menciona la justicia seis veces solo en esta lectura. Mientras trabajamos por la justicia, debemos tener cuidado de no definirla de acuerdo con un lista de cuestiones políticas. La justicia bíblica significa hacer lo correcto con todos, especialmente con los pobres y los oprimidos (Salmo 82:3-4).

Finalmente, el pecado causa un rechazo de la verdad. Isaías usó la imagen de una persona perdida y tropezando en la calle (Isaías 59:14-15). Hoy en día la mayoría cree de alguna forma en su "propia verdad", pero cuando la verdad se vuelve relativa, la sociedad pierde sus puntos de referencia y se aleja cada vez más de Dios.

No es de extrañarse que Dios esté en contra del pecado. Sorprendentemente, a pesar de nuestra continua rebelión contra Él, Dios ha tenido un plan para salvarnos desde el principio (vv. 20-21). El plan era enviar un Redentor, (v. 20)Jesucristo, quien pudiera restaurar para siempre la relación que se había roto.

APLICA: ¿De qué manera necesitas demostrar que estás en contra del pecado?

ORA: Gracias, Padre celestial, porque planeaste que encuentre el perdón de mis pecados y una nueva relación contigo.