¿Ho, Ho, Ho?

ORA: Padre celestial, Tú sabes lo ocupado que estoy a diario. También sabes cuánto necesito estar quieto, quieto, quieto y saber que Tú eres Dios.

LEE: Amós 5:1-27

REFLEXIONA: ¿Alguna vez te has preguntado cómo se siente Dios cuando pecamos? Quizá sea como un Santa Claus de centro comercial: no sabe lo que hemos hecho y no le importa. Se ríe y promete darnos lo que queremos. No exactamente.

Como hemos encontrado en este pasaje, Dios tiene algunas cosas muy fuertes que decir a aquellos que adoran sin reconocer su pecado. "Detesto.. aborrezco... no me agradan... no aceptaré... no prestaré atención... no oiré" (vv. 21-23). Esto no es el Santa Claus del centro comercial.

Podríamos querer justificar mas el pecado: "Bueno, nadie es perfecto" o "Todos tenemos debilidades" o "Así soy yo", pero es importante no obviar el hecho de que Dios odia el pecado con furor. Ese es el mensaje del profeta Amós para el pueblo de Israel en el siglo VIII. Rendían culto devotamente y anhelaban el día en que Dios castigara a todos los demás ("el día del SEÑOR" [v. 18]). Dios estaba enojado porque estas personas tan religiosas no practicaban lo que predicaban. Abusaron de los pobres para vivir en opulencia (v. 11); manipularon los tribunales y privaron de justicia a personas inocentes (v. 12). En resumen, la sociedad se había vuelto tan corrupta que la gente buena tenía miedo de hablar (v. 13). Algunos dicen que Amós podría estar describiendo la sociedad occidental y la iglesia de hoy.

Puede ser aterrador pensar en Dios tan enojado. Solo cuando entendemos Su profunda repulsión por el pecado, apreciamos plenamente Su gran amor por nosotros al enviar a Su propio Hijo. Jesucristo murió voluntariamente por los pecados del mundo que Dios odiaba tanto. Eso no es ira; es un inmenso amor.

APLICA: Amós anima a sus lectores a buscar al Señor (vv. 4, 6). ¿Cómo podrías hacerlo esta semana?

ORA: Gracias, Padre celestial, porque aunque sabes todo acerca de mi pecado, me amaste tanto que enviaste a Jesús para que lidiara con las consecuencias de ello.

PREGUNTAS DE DISCUSIÓN PARA: "LA NECESIDAD DE UN SALVADOR"

1. ¿Cómo te diste cuenta por primera vez de algo como el pecado?

2. ¿Cómo defines el pecado ahora?

3. ¿Crees que la iglesia y el pueblo cristiano se enfocan demasiado o poco en el pecado? ¿Por qué?

4. ¿Cómo te hace sentir saber que Dios odia el pecado? ¿Cómo te hace sentir que Dios mismo resolvió el problema del pecado?

5. ¿Crees que es justo decir que Dios está "enojado"? ¿Por qué?

6. ¿Alguna vez has sentido la necesidad de un Salvador? ¿Cuándo y por qué?

7. ¿Crees posible entender las buenas noticias de la salvación sin entender las malas noticias del pecado? ¿Por qué o por qué no?

El Jesús fundamental (Parte 3): Avances de un Salvador

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