Devocional Para La Quinceañera CristianaMuestra

Jesús te ama, esa es tu identidad

En el devocional anterior del día 3 lo decíamos: Un arquitecto que te aconseje que construyas tu casa sobre la arena, es un arquitecto digno de desconfiar, porque nadie confiable aconsejaría que construyas sobre una base inestable, poco confiable y con alto riesgo de hundimiento. De la misma manera, la biblia compara nuestra vidas con una casa que está siendo edificada, sería muy mala idea fundar tu identidad sobre las arenas movedizas de un mundo cambiante y pasajero.

Estos años de adolescencia son conocidos por ser años donde los jóvenes buscan desesperadamente hallar su identidad y sentido de pertenencia. Ante esta búsqueda implacable muchos jóvenes se meten en problemas que no sólo destruyen su identidad, los llevan a consecuencias que tendrán que llevar por el resto de sus vidas.

Si tú has creído en Jesús como tu Señor y Salvador, no necesitas seguir buscando una identidad, tú identidad es: hija de Dios, y esta es la roca firme sobre la que puedes edificar tu vida. La Palabra de Dios nos dice que si has creído en Jesús como tu Señor y Salvador:

Eres hija de Dios.

A los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios (Juan 1:12-13).

Eres amiga de Dios.

Cuando éramos enemigos de Dios, él hizo las paces con nosotros a través de la muerte de su Hijo. Con mayor razón ahora que somos amigos de él, él nos va a salvar por medio de Cristo. Ahora nos alegramos por lo que Dios ha hecho ya que tenemos amistad con Dios a través de nuestro Señor Jesucristo (Romanos 10:10-11).

Eres nueva criatura.

De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas (2 Corintios 5:17).

Tu vida está en manos de Dios.

Vuestra vida está escondida con Cristo en Dios (Colosenses 3:3).

Nada te puede separar de su amor.

¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro (Romanos 8:35,38-39).

Jesús te ama, no sólo dio su vida para salvarte, Él sostiene y sustenta tu vida. Confiar que la gracia y el amor de Jesús son tu identidad y tu guía hace que los años que estás por vivir, los vivas confiada que Él te guarda en sus manos como a la niña de sus ojos [Salmos 17:8] y de ahí, nadie te puede arrebatar.