El Shemá

Los niños citan para Jesús el texto sobre el cual reflexionamos hoy. Empieza por, ¡escucha! Cada vez que los israelitas leían o pronunciaban juntos este texto, se recordaban mutuamente que Dios es 'uno'.

Pero, ¿qué significa eso realmente ?

¿Tiene esto que ver con la trinidad? ¿Y cómo Dios es perfectamente "uno"?

La afirmación "El Señor, nuestro Dios, el Señor es uno" también puede interpretarse como "El Señor, nuestro Dios, el Señor es el ÚNICO".

La cuestión es que Dios es Único en Su "especie", sólo hay uno. Él es el Supremo, el Único Poderoso. El Soberano que está absoluto por encima de todo. El Único digno de adoración.

¡Eso es Dios!

Es bueno que comprendamos este texto dentro del contexto en el que los pueblos que rodeaban a Israel tenían un "dios" para todo: ... la cosecha, el tiempo, el mar, la tierra, la fertilidad, la prosperidad... y lo que se te ocurra. Un dios para cada ámbito de la vida.

Así que con Israel tenía que ser completamente diferente. Un Dios para todo, un punto focal para todo el culto. Uno... ¿Percibes cuán radicalmente diferente fue eso de los pueblos que rodeaban a Israel?

Monoteísmo en lugar de politeísmo. Concentración en lugar de una visión fragmentada de Dios.

Hay mucho más que decir sobre el Shemá, pero por ahora veamos el puente hacia nuestras propias vidas. ¿Oramos (también) a un solo Dios? ¿Ponemos nuestra confianza en "el Único", o en realidad tenemos muchos otros "dioses" en los que ponemos nuestra confianza? ¿Cómo se concreta eso para ti?

Reflexiona sobre las siguientes preguntas:

• Pensando en el Shemá, ¿cómo ves a Dios? ¿Es Él el "Único" en tu vida?
• ¿Qué otros "dioses" hay en tu vida en los que confías?

Ora: "Señor, eres el Único y quiero servirte sólo a ti. ¿Me ayudarás a centrarme en ti, a honrarte y a implicarte en todo lo que ocurre en mi vida? Gracias, Señor. Amén".