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Votos rotos: Sanidad de la traición conyugal

DÍA 2 DE 5

Recuerda quién eres

Uno de los tristes efectos de la traición conyugal es el daño que causa a la imagen que el cónyuge traicionado tiene de sí mismo. Con demasiada frecuencia, el marido o la mujer traicionados ven el comportamiento de su pareja como una señal de su inadecuación. Interiorizan un nivel de vergüenza y auto condena, recurriendo a pensamientos como:

- Es porque viajo por trabajo, a veces semanas seguidas; eso llevó a mi cónyuge a los brazos de otro o de otra.

- He engordado un poco más; sé que por eso mi cónyuge no quiere tener relaciones sexuales conmigo.

- No soy tan _____ como otros hombres/mujeres; no es de extrañar que mi cónyuge buscara una conexión emocional con otra persona.

- Estaba embarazada y tuve un bebé; estoy segura de que esto contribuyó al consumo de pornografía de mi cónyuge.

- Estaba destrozada por la muerte inesperada de mis padres. Me alejé física y emocionalmente de mi cónyuge. Por eso tuvo una aventura.

Esta lista es interminable. Hay infinidad de formas en las que un cónyuge traicionado toma la culpa del comportamiento de su cónyuge. Quizá, al leer esta lista, empieces a reconocer parte de la vergüenza que has estado cargando.

La verdad es que el comportamiento de tu cónyuge tiene muy poco que ver contigo. Pecaron contra ti, no por ti. Mientras procesas lo que ha pasado, es importante que recuerdes quién eres y de quién eres. Un sentido de la identidad y la autoestima que Dios te ha dado evitará que caigas en una espiral de autoculpabilidad, vergüenza y condena. Esto se debe a que la identidad es algo poderoso. El enemigo lo sabe. Hará todo lo que pueda para intentar convencerte de que no vales nada, que estás roto o rota, que eres insuficiente y que mereces el mal que te han hecho. El diablo ha sido un engañador desde el principio y sigue utilizando mentiras como ésta para herir a los hijos de Dios.

Lo que debemos hacer cuando empecemos a oír estos pensamientos de autocondena es pronunciar en voz alta las palabras de las Escrituras que nos recuerdan quiénes somos en Cristo. Somos amados por Dios, valorados por nuestro Creador y elegidos por nuestro Salvador. Hemos sido creados con sabiduría y, maravillosamente, nuestro futuro está seguro en las manos amorosas y capaces de Dios. No te pierdas en el caos de la vida tras la traición. Reconoce quién eres y confía en que Dios sigue teniendo un plan para ti.

Pensamiento del día: Cuando me invadan pensamientos de auto condena y sentimientos de vergüenza, recordaré quién soy y de quién soy. Soy un hijo o una hija de Dios; amado/a, visto/a y valorado/a por mi Padre Celestial.

Día 1Día 3

Acerca de este Plan

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Queremos dar las gracias a Heather Kolb, del ministerio Pure Desire Ministries de Troutdale, Oregón, y a El Centro Network por facilitarnos este plan. Para más información, visita: https://puredesire.org/ y http://www.elcentronetwork.com

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