Palabras

Cada una de las palabras que escuchamos tienen un efecto en nuestro pensar y sentir. Existen palabras que llenan de esperanza y consuelo nuestra vida y otras causan angustia y preocupación.

Las palabras de Cristo, cada una de ellas, nos dan paz. La única fuente de paz verdadera es Cristo, cada palabra, cada acto, cada muestra de su misericordia tiene como propósito nuestra paz.

Cuando te encuentras en momentos difíciles, ¿a quién acudes? ¿En las palabras de quién te refugias? ¿A quién escuchas? Las respuestas a estas preguntas pueden darte la claridad y llevarte a comprender tu falta de paz en medio de las dificultades, o el porqué disfrutas de esta gran bendición.

No podemos encontrar paz verdadera sin escuchar o leer las palabras de Cristo.

Él nos aseguró que tendríamos aflicciones en este mundo, pero primeramente nos dio la certeza que podríamos hallar paz en Él, una paz que está por encima de las circunstancias.

Cristo murió y resucitó no para evitarnos las aflicciones sino para acompañarnos en toda aflicción y llenarnos de su paz.

Las palabras de Cristo están a tu alcance. Están a tu disposición. Están a un paso de abrir tu Biblia y escuchar lo que Él ha prometido.

• ¿Puedes recordar tres momentos en los cuales la Palabra de Dios dio consuelo a tu vida en medio de la adversidad?
• Escribe tres versículos bíblicos que te recuerden la paz de Dios
• Basándote en los versículos anteriores, ora por tres personas que necesitan recordar que pueden hallar paz verdadera en Cristo.