De Simpatizantes a DiscípulosMuestra

Quinto, hacer un compromiso de caminar en amor.

Un discípulo del Señor debe aprender a caminar en amor y perdón. Esto no es un simplemente un requisito del discipulado, es probablemente el fundamento de todo el discipulado. El amor es la fuerza motriz de la vida cristiana. Por amor el Padre dio a su Hijo para salvarnos. Por amor el Hijo entrego su vida en sacrificio. La biblia dice que ese mismo amor ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo.

Solo el amor es lo suficientemente fuerte y poderoso para mantener nuestro compromiso con Jesús y con nuestros semejantes en este caminar. Somos llamados a seguir a un Salvador lleno de amor y misericordia, un Dios perdonador y paciente. Esas virtudes se impregnan en nuestro corazón y nos modelan, así es que somos identificados realmente como discípulos de Jesús.

Es verdad que en ocasiones nos parece difícil amar o perdonar cuando nos han ofendido o lastimado, sin embargo, ese es el camino que Jesús caminó y el mismo que nos exhorta a seguirnos, descubrirás que es más fácil amar cuando tu comprendes que eres amado incondicionalmente por Él. Es más fácil amar cuando sabes que amas con el mismo amor con el que el Padre te ama a ti y es más fácil perdonar cuando meditas en que tú también has sido perdonado generosamente.

Todas estas cosas de las que estamos hablando las vamos cultivando, desarrollando y perfeccionando gradualmente. Sin embargo, es importante que sepas que el compromiso con cada uno de estos principios debe ser intencional, no es accidental o automático.

Caminar en amor es el distintivo del verdadero discípulo del Señor.