21 Días De Ayuno - Pobres en Espíritu – Necesitados De JesúsMuestra

JESÚS, PERDÓNAME

Veamos un poco de contexto. David, en su mediana edad, dejó a un lado su responsabilidad como rey e inició un encuentro ilícito sexual con una mujer casada, Betsabé. Ella quedó embarazada y David quiso desesperadamente cubrir su pecado engañando al esposo, Urías. Pero no contaba con que Urías mostraría el carácter y compromiso que le hizo falta a David. Abusando de su poder, David mandó a Urías al frente de la batalla con el fin de que este muera, y así lo hizo. David, al lograr su objetivo, tomó por esposa a Betsabé y pensó que el problema estaba solucionado.

Pero hay algo muy importante aquí, David no esperaba que Dios enviara al profeta Natán para confrontar a David, y al verse confrontado hace una de las oraciones más difíciles, reconoce su error y exclama “He pecado”.

Cuando Dios nos convence de pecado, lo más fácil es decir “sí”. El silencio, las excusas, y desviar el asunto no funciona, ya que el perdón viene a través de la confesión. Lo leemos en las palabras de Natán cuando David confesó su pecado, “El Señor ha perdonado tu pecado”, cuan dulces y poderosas pueden llegar a ser estas palabras a los oídos del pecador.

Queremos compartirles algunas promesas del Señor en su increíble misericordia:

• “«Vengan, pongamos las cosas en claro», dice el Señor. «Aunque sus pecados sean como escarlata, quedarán blancos como la nieve. Aunque sean rojos como la púrpura, quedarán como la lana" (Isaías 1:18).
• “Soy yo, solo yo, el que por amor a mí mismo borra tus transgresiones y no se acuerda más de tus pecados” (Isaías 43:25).
• "Que abandone el malvado, su camino y el perverso, sus pensamientos. Que se vuelva al Señor, a nuestro Dios, que es generoso para perdonar y de él recibirá compasión” (Isaías 55:7).
• “Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad” (1 Juan 1:9).

Muy probablemente tenemos pecados que confesarle en este momento, algo que hemos dicho o hecho, alguna actitud errada o pensamiento incorrecto que hemos permitido desarrollarse, o quizá algo que deberíamos hacer y aún no lo hemos hecho. Si Jesús te está convenciendo de pecado, es tiempo de pedir perdón y hacer una oración de confesión y experimentar el amor de Jesús que cambiará todo.

Oración:

Señor Jesús quiero conocerte personalmente. Lo siento por ir a mi manera; perdóname por mis pecados; gracias por tomar mi lugar en la cruz y morir, gracias por mostrarme ese amor incondicional que me muestras cada día. Me someto a Ti y quiero alejarme de mis viejas costumbres y seguirte como mi Salvador y Señor. Amén