CONOCIDOS EN LO SECRETO

En un mundo de apariencias y de “demostrar lo que somos”, podemos impresionar a otros, pero no podemos impresionar a Dios con una imagen de lo que quisiéramos ser. En nuestra vida espiritual, también podemos caer en la trampa de querer demostrar a otros quienes somos, por medio del uso de nuestros dones ministeriales o expresiones externas de “profunda espiritualidad”. Pero más allá de eso, es lo interior lo que verdaderamente nos revela y nos descubre.

Es poderosa la comunión con Dios, porque ella mueve su atención, lo moviliza. El secreto nos hace visibles por la promoción que Él se encarga de exteriorizar. El mundo conocerá el resultado de aquellos que han permanecido frente a Dios a solas, pues ese acto se publicará, se hará conocido naturalmente por Él.

Hoy es una gran oportunidad de estar con Dios, permanecer en su Presencia y dejar que Él nos conozca por dentro sin reservas. Que Él nos conozca como somos, para atraer lo que realmente desea para nuestras vidas y ¡hacerlo conocido por todos!

Para la reflexión:

¿Estoy dando prioridad en el orden de mi tiempo diario para estar con Dios, o solo tengo momentos esporádicos e informales de oración?

¿Tengo tiempos íntimos con Dios valorando su amistad y presencia permanente, o necesito de más disciplina y dedicación?

Afirmación: “Decido cultivar una relación más estrecha con Dios, teniendo más momentos de intimidad con Él en medio de mis apuros y responsabilidades”.