Un Mensaje de Salvación Muestra

TEMPLOS DEL ESPIRITU SANTO

Y todo esto fue posible porque lo aceptamos a Él tal como lo dijo Dios Padre: Como Su Hijo Unigénito, quien quita el pecado del mundo.

Es una decisión que tendrá una repercusión eterna. Obedezcamos y vivamos agradando a Dios con nuestras vidas.

Que amemos a Dios con toda nuestro cuerpo, mente, alma y fuerza es esa Su voluntad. Así dijo nuestro Señor Jesús: que amemos a los demás como a nosotros mismos. Es lo que Él desea y es la Voluntad de Dios.

Pero es una decisión nuestra el hacerlo. Es un acto de voluntad nuestra, el guardar Sus estatutos, Su Palabra en nuestros corazones y obrar de acuerdo a ella. Es lo mínimo que podemos hacer, por comprar nuestra libertad ofreciendo Su vida como expiación y por evitar que muramos eternamente en el lago de fuego como es descrito en Apocalipsis.

Pablo insistía una y otra vez cuando le hablaba a ese pueblo santo (apartado), a los creyentes, y les recordaba que somos portadores del Espíritu Santo y que debemos caminar como el Espíritu Santo nos indica a través de Su Palabra.

Porque Él mismo es, el Espíritu de Dios aquí en la tierra, El inspirador de las Escrituras y ahora está habitando en el cuerpo del verdadero creyente de Dios.

Con el propósito que este se conduzca caminando como hija e hijo de Él aquí en la tierra. Porque si somos hijos de la Luz debemos caminar como lo que somos, luz para este mundo y debemos de mantenernos despiertos para la venida del Señor.