10 Principios Para Alcanzar El Éxito en Tu MatrimonioMuestra

9. Ama de verdad.

Tómate unos minutos y lee 1ª Corintios 13. Como seguramente pudiste observar, el tema central de este pasaje es el amor. Amor: una palabra corta pero muy compleja. A veces confundimos la palabra amor con sentimientos lindos, y pensamos que amar se reduce a estar enamorado. Pero, ¿qué pasa cuando la etapa de enamoramiento concluye y comenzamos a ver los defectos y las fallas en el otro? ¿Qué es lo que me mantiene y me aferra a mi cónyuge? El amor. No se trata de un sentimiento que fluctúa, sino de una firme decisión que es capaz de sobrevivir cualquier mala temporada. El amor es lo que me obliga a quedarme cuando todo lo demás me dice que es mejor irse. «El amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas. No se alegra de la injusticia sino que se alegra cuando la verdad triunfa. El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia» (1ª Corintios 13:4-7, NTV).

10. Invierte en tu matrimonio.

Hablemos de inversiones. Creo que ningún empresario invertiría en un proyecto en el que no cree. ¿Quién querría invertir en algo que no cree que sea valioso? Simplemente no valdría la pena. ¿Por qué? Porque nadie dedicaría tiempo, dinero, esfuerzo en algo que no tiene futuro. Lo mismo pasa con el matrimonio. Para invertir en la relación matrimonial, lo primero que debemos hacer es creer en el proyecto. Como hemos mencionado a lo largo de este plan, el matrimonio es el diseño de Dios para la familia. Si Dios mismo cree en el proyecto, ¿quiénes somos nosotros para dudar del mismo? Invertir en el matrimonio va a requerir de mucho tiempo, esfuerzo y recursos, pero debes confiar, ¡lo vale! Aquí van algunas ideas:

• Tiempo.

- Reserva un tiempo al día para conectar con tu cónyuge.
- Busquen maneras creativas para disfrutar del tiempo juntos.
- Jueguen (juegos de mesa, juegos en la computadora o celular, deportes, juegos de ingenio, etc.).
- Tengan citas a menudo.
- Cocinen juntos.
- Lean un buen libro.

• Esfuerzo.

- Dedíquense tiempo aún cuando estén cansados.
- Expresen amor siempre, ya sea con palabras, caricias o besos.
- Recuerden lo que costó llegar hasta donde están hoy, y cómo lo lograron.
- Háganse cumplidos, reconozcan los sacrificios y buenas acciones del otro.
- Conversen los problemas y háganles frente juntos. No olviden que son un equipo.
- Busquen formas de sorprender al otro.

• Recursos.

- Dense regalos.
- Recuerden los aniversarios y fechas especiales. Celébrenlos con detalles, presentes o una comida especial.
- Si lo necesitan, anótense en un curso cristiano que les ayude a crecer en su relación y les provea herramientas útiles.

No lo olvides, el matrimonio es una maratón, no una carrera a toda prisa. No desistan, el fruto de su trabajo y esfuerzo llegará. Tómense el tiempo para crecer y aprender el uno del otro. «Sean siempre humildes y amables. Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor» (Efesios 4:2, NTV). Siempre actuando con amor, tolerándose el uno al otro, perdonándose cuando sea necesario, y por sobre todas las cosas teniendo a Dios como el centro de su matrimonio. No hay nada mejor que esto. «Nadie jamás ha visto a Dios; pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor llega a la máxima expresión en nosotros» (1ª Juan 4:12, NTV).