10 Principios Para Alcanzar El Éxito en Tu MatrimonioMuestra

5. Cuídate de tus expectativas.

¡Uy! Esto me ocasionó muchos problemas en el noviazgo y en los primeros meses de matrimonio. Sedada por películas, series y novelas románticas, pretendía que todo se diera como en un cuento de hadas. Esto no es Disney, es la vida real. ¡Que no te confundan! Debes aprender a gestionar tus expectativas. Si esperabas que tu cónyuge hiciera tal cosa y no la hizo, puedes esperar el momento adecuado para decirle lo que te gustaría que hubiese hecho. Tampoco caigas en la trampa de comparar tu matrimonio con otro que no conoces. Recuerda que lo que otros muestran en las redes no es real. Preocúpate de tu matrimonio y piensa cosas que ayuden a mejorarlo: ¿Qué cosas hace el otro que me enojan? ¿Puedo hacer yo algo al respecto? ¿De qué forma puedo comunicárselo? ¿Qué debo hacer por mi cónyuge para buscar la armonía en nuestra relación?

6. Para “tener suerte en la noche” debes “trabajar en el día”.

Muchos confunden el sexo con el acto físico, cuando en realidad es mucho más que eso. Intimar con tu pareja y crear una conexión, comienza temprano en la mañana y concluye en la noche. No puedes pretender que tu pareja te desee físicamente si durante el día apenas te acordaste de ella, tampoco si pasaste todo el día con cara de amargado/a, con quejas y exigencias. El amor es algo que se cultiva todo el día, a través de gestos desinteresados, afecto demostrado, tiempo de calidad y palabras agradables; como resultado genera un deseo físico mutuo con el fin de conectar tan íntimamente que las dos personas se convierten en una sola.
El sexo fue creado por Dios, y como todo lo que Dios creó ¡es bueno! El poder intimar con mi cónyuge, experimentar placer y disfrutar el uno del otro es un regalo de Dios. «¡Qué dulces son tus caricias, amada mía! ¡Son más dulces que el vino! ¡Más fragantes tus perfumes que todas las especias!» (Cantares 4:10, TLA).