¡Alegría a su mundo! Cuenta regresiva para NavidadMuestra

¡María estaba perpleja! ¡Un extraño hombre acababa de entrar en su habitación y había empezado a hablar de cosas como favor y Dios y saludos! ¿Quién es él y de qué está hablando?

Casi puedo escuchar los latidos de corazón de Mary mientras intentaba procesar todo lo que estaba sucediendo alrededor de ella este día.

A medida que el ángel Gabriel continuaba diciendo el mensaje del cielo a esta jovencita, tal vez el miedo de María se calmó y un humilde despertar comenzó a amanecer en su corazón.

"¡¿Yo?! ¡¿Dios me eligió?! ¿Soy la elegida para llevar al hijo de Dios? ¿La madre del Mesías?".

La Navidad, para María, era acerca de entender que los caminos de Dios son mucho más altos que nuestros caminos. María estaba aprendiendo, como todos nosotros debemos, que cuando la Divinidad invade la humanidad... ¡La Divinidad siempre gana! La Navidad es un recordatorio para mí... y para usted... y para María... de que sus caminos son siempre más altos y mejores que cualquier cosa que podríamos pensar o imaginar.

La Navidad no tiene nada que ver con los elfos bailando, los renos con narices rojas y los muñecos de nieve que cantan. ¡La Navidad es sobre una invasión! ¡La Navidad sucede en el momento en que la luz del cielo invade la oscuridad del planeta Tierra! La Navidad conducirá siempre al peor de los pecadores a reflexionar sobre qué tipo de saludo trae la historia de Navidad. O la Navidad es una mentira descarada o es la verdad última. No puede ser otra cosa.

O el pesebre debe ser colocado en la misma categoría que los elfos, el viejo san Nicolás alegre y el reno volador... o es la verdad absoluta, divina y eterna.

La Navidad no es sobre el espíritu navideño que corre hacia nosotros el día después de Acción de Gracias y nos obliga a comprar, gastar y comer. La Navidad es acerca del Espíritu Santo trayendo paz y alegría a través de un bebé al desorden que hemos hecho del planeta Tierra. Se trata del poder de la realidad celestial que invade una vida. ¡La Navidad comienza en el momento en que una persona realiza el anhelo que siempre ha existido para ser eclipsado por todo lo que Él es y todo lo que Él hace!

Sucedió para María... ¡y puede suceder para usted! Tal vez una oración apropiada para orar esta Navidad sería: "¡Espíritu Santo, ¡Sobrecárgate de mí! ¡Oscurece mis sueños, mis preferencias y opiniones! ¡Haz nacer algo nuevo y grande en mí! ¡Crea algo en mí que cambie esta generación por el Reino de Cristo!".