¡Espera en Dios!Muestra

Los sufrimientos no apagan la esperanza cristiana.

La esperanza humana tiende a extinguirse por las desilusiones y contratiempos. No así con la esperanza en Dios.

El profeta Jeremías escribió un libro completo de lamentos. Él presenció la caída de Jerusalén y la miseria de sus habitantes, y esto lo impactó profundamente. Su alma estaba privada de paz y se había olvidado de qué era la felicidad (Lamentaciones 3:17). Estaba claramente en grandes problemas. Sin embargo, en Lamentaciones 3:21-22, Jeremías dice algo sorprendente: “Pero en mi corazón recapacito, y eso me devuelve la esperanza. Por la misericordia del Señor no hemos sido consumidos; ¡nunca su misericordia se ha agotado!".

Aun en medio de toda esa miseria, Jeremías trajo a su mente el permanente amor del Señor y eso le dio esperanza. El Apóstol Pablo reporta una experiencia similar; él incluso va un paso más adelante y dice que el sufrimiento alimenta la esperanza: “Los sufrimientos producen resistencia, la resistencia produce un carácter aprobado, y el carácter aprobado produce esperanza” (Romanos 5:3-4, RVC). Esta no es una respuesta natural al sufrimiento; es el resultado del amor de Dios: “Porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado” (Romanos 5:5, RVC).

¿Has experimentado el sufrimiento? ¿Cómo afectó a tu esperanza?