Créele, no solo creas en Él

Hoy leí cómo un padre le contestó a Jesús: “Al instante el padre clamó: —¡Sí, creo, pero ayúdame a superar mi incredulidad!” (Marcos 9:24).

Este padre estaba angustiado por su hijo porque estaba poseído y había acudido a los discípulos y no habían podido liberarlo. Era un muchacho que desde pequeño había sufrido de los ataques de este espíritu, el cual lo maltrataba de diferentes formas. Vemos que el padre del muchacho le dice a Jesús ayúdanos “si puedes”. Quizá el padre había visto o escuchado todo lo que Jesús hacía, pero tenía sus dudas, después de tantos años de sufrimiento de su hijo. ¿Cuántas veces te has acercado a Jesús, y le has dicho si puedes? Si puedes sáname o si puedes ayúdame. ¿Te ha faltado fe? O quizá sí tienes fe pero te has cansado de esperar y le dices a Jesús ayúdame ”Si puedes”.

Jesús hoy te responde:

“—¿Cómo que “si puedo”? —preguntó Jesús—. Todo es posible si uno cree” (Marcos 9:23).

¿Crees que puede sanarte o ayudarte?

“Al instante el padre clamó: —¡Sí, creo, pero ayúdame a superar mi incredulidad!” (Marcos 9:24).

El padre reconoció que había incredulidad en él y pidió a Jesús que le ayudara a creer. El padre del muchacho clamó. Clama tú hoy seguro que al que cree todo le es posible y en medio de tu situación reconoce tu debilidad, entrega todo a Jesús y confía en Él, porque obrando está para tu bien.

Quizá creas que todo acabó pero hoy, como al muchacho, Jesús te toma de la mano, te levanta y te da vida. Acércate a Jesús, sé sincero, háblale de tus debilidades, de tus dudas, pídele que te ayude. ¡Creo Jesús, ayúdame en mi incredulidad!

Créele a Dios y a su Palabra, no solo creas en Él, también los demonios creen y tiemblan. Cuando tú te acercas a Jesús y le confiesas que te falta fe para creer que en tu vida habrá sanidad o que tu necesidad y problema se solucionará, Él te dice: Al que cree todo le es posible. Que tu oración sea sincera, de corazón y Él que siempre te escuchará y te ayudará.

Él resucitará tus sueños, tus anhelos porque Él es el camino la verdad y la vida.

Pensando en…

Señor, cuántas peticiones en tus manos pongo, cuántas cargas, problemas y necesidades. Todos mis sentimientos, todos mis pensamientos, mis palabras, sueños y deseos. Tú me escuchas, me hablas y me ayudas, tú me guías, me sostienes, me levantas, me abrazas, me consuelas, me proteges, tú prometes que jamás me dejarás. Que no tema no me desampararás, tú me ayudas, tú me cuidas, me proteges, a mi vida provees, tu promesa es que nada me faltará.

Señor me pides que te busque, que te hablé, que obedezca, que tu voluntad haga, que te amé con todas mis fuerzas, con todo mi ser, que como tú me amas así ame yo a los demás. Pero sobretodo tú me pides que te crea, que tenga fe, que confíe, que esté seguro que tú todo cumplirás y nada me faltará y en medio de mi incredulidad, hoy clamo a ti: ¡Ayúdame Jesús!

Oración

Dios me ha faltado la fe, me he cansado y siento que no puedo más. Hoy acudo a ti, se que tú me ayudarás, que en mi debilidad tú obraras en gran manera. Eres mi Padre y me amas con un amor que no tiene límite. Hoy en medio de mi cansancio y mi desesperanza, sin poder hacer nada, clamo a ti: Ayúdame, renueva mis fuerzas, resucita mi fe. En el nombre de Jesús, amén.