Experimentando Su PresenciaMuestra

Prueba

En Santiago 1:3 leemos “sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia”

La palabra prueba viene del latín probus, significa “test, ensayo” y; bueno, honrado, que te puedes fiar en él. El significado bíblico es, acto para la batalla. La palabra “prueba” nos lleva a pensar en las tribulaciones, aquel recuerdo de aflicción, pena o congoja por haber pasado por un evento desafortunado. También se puede hacer referencia a un sufrimiento interior relacionado con el dolor.

Todos pasamos por situaciones de gran tristeza, estrés y ansiedad, que nos han hecho perder la esperanza y la fe, provocando un círculo vicioso de desolación, esperando lo peor.

Por ejemplo; perder a un ser querido, un divorcio, perder el trabajo. Esos momentos de desolación son inevitables, es parte de nuestra naturaleza humana, dolernos, angustiarnos y hasta sentir que no hay solución.

Es bueno darle un tiempo a nuestros sentimientos para ser expresados, esto permite descargarnos, aliviando el malestar, pero de nada sirve insistir en que cambie esa situación.

En Romanos 8:28 leemos “todas las cosas nos ayudan a bien” Esto significa que las pruebas y tribulaciones que el Señor permite en nuestras vidas son parte de todas las cosas que nos ayudan a bien.

Para los que seguimos a Cristo las pruebas y tribulaciones tienen un propósito profundo. El propósito final de Dios es que seamos transformados más a la imagen de su hijo, esta es la meta, y todo en la vida. No se logra con esfuerzo humano, sino que se llega con dependencia total en Cristo, sabiendo que Él está en control de todo.

¿Qué tal si hoy entregas esa prueba o tribulación a Cristo? Él tiene todo el control.

Te invito a que puedas entregar tu situación en el Altar.

Señor hoy dejo en el Altar para su fin.............................................. renuncio a ello, declaro que ya no tiene poder sobre mi vida, que no soy gobernado. Lo entrego en la Cruz para su muerte. Nada de mí, todo de Ti. Nada de otros, todo de Ti. Nada de cosas, todo de Ti. Me declaro libre, bendecido y lleno de vida. ¡Amén!

¡Cristo grandeza!