La oración es la prioridad

En Mateo 9:37–38, Jesús dijo:

“La cosecha es abundante, pero son pocos los obreros —dijo a sus discípulos—. Por tanto, pidan al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo (NVI énfasis añadido).”

La palabra griega para “enviar” significa “impulsar”. Propel Women se fundó en base a este versículo. Entonces, mientras buscamos encender nuestras oraciones, vamos a hacer exactamente lo que Jesús ordenó: vamos a orar al Señor de la cosecha para que envíe obreros -que nos impulsen- a su cosecha. La cosecha es abundante. La oportunidad para que el Reino de Dios avance está aquí y ahora. ¿Cuál es la clave para que esto suceda? ¡Oración!

La oración significa simplemente hablar con Dios. Puede ser una conversación en tu corazón o en voz alta. Puede ser solo o en grupo. Puede ser cuando estemos en tierra firme o a miles de pies de altura. Pero esto es lo asombroso: mientras oramos, Dios escucha, habla y responde.

El Dios del Universo quiere saber de ti. Dios no solo ha iniciado una conversación y nos ha invitado a hablar con Él en oración, ¡sino que también considera nuestras oraciones en las obras que está haciendo en el mundo!

Dondequiera que estés, cualquiera sea tu origen, sin importar la influencia que tengas en tu trabajo, ya sea como ama de casa, director ejecutivo, médico, profesor, estudiante, abogado o artista, la oración es el lugar principal donde la obra de Dios y tu trabajo en este mundo confluyen. Al orar, Dios ha prometido mover montañas, sacudir cimientos y alcanzar la gran cosecha de personas que aún no le han conocido. ¡Dios lo ha hecho de tal forma que nuestras pequeñas oraciones hacen una diferencia eterna del tamaño del Reino! ¡Dios está cambiando el mundo con su poder y a través de nuestras oraciones!

Oración:

Señor, oro para que este año pueda verte actuar con gran poder atrayendo personas a ti. Te pido que, de acuerdo a tu Palabra en Mateo 9:37-38, haya más trabajadores impulsados a la cosecha como nunca antes. Que los días venideros estén marcados por una gran cosecha, todo para tu gloria y el avance de tu Reino aquí en la tierra. Y ahora me comprometo contigo a ser parte de ello. Amén.