Salvados Por La CruzMuestra

NO SE TRATA DE TI

Ser salvados por la cruz (por el sacrificio de Jesús) significa muchas cosas. ntre ellas, significa que por nosotros mismos jamás hubiéramos alcanzado la salvación; la salvación ha sido un regalo eterno.

¿Cómo corresponder a tan grande amor?

Primero sepamos que no hay nada que podamos hacer para que Dios nos ame más, ni para que nos ame menos.

Luego entendamos que si somos la iglesia de Cristo, ya no vivimos para nosotros, porque fuimos apartados para algo mayor, más grande, algo que nos sobrepasa. Esa misión es predicar el Evangelio, el cuál no solo es trabajo de pastores, es trabajo tuyo y mío como iglesia, es salir al mundo necesitado de verdad y amor.

El mundo hoy pelea en contra de todo y a favor de nada; cuando el mundo no ha encontrado LA VERDAD (Jesús), prefiere fabricarse una propia verdad y una libertad sintética.

El mundo está necesitado de identidad, verdad y propósito, si tú y yo hemos sido bendecidos y hoy formamos parte de la familia de Dios, compartamos con otros, pidamos dirección a Dios para saber cómo y cuándo hablar, relacionarnos, servir a otros y mostrar la salvación como un regalo.

Todo esto se resume en que no se trata de lo que podamos hacer en nuestras propias fuerzas.

Dios me recordó esta verdad cuando yo quería “servirle”, pero mis motivaciones no eran las correctas (aceptarlo requirió mucha rendición porque el corazón humano es engañoso) y luego de orar supe que Dios me llamó a sentarme y callar. Estar quieta para que Él pudiera recordarme que no se trata de mí. Se trata de Él y que quiere que sea parte de lo que está haciendo, pero no es por mis fuerzas, ni mi conocimiento, si no para Su honra. Cuando no soy capaz, Él me capacita; cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Podemos ir con Dios y abiertamente reconocer nuestras debilidades, aun si no las sabes, Él puede mostrártelas. No temas, que Él no sacará ventaja de tu debilidad, ni te menospreciará. De hecho, Él conoce exactamente cuáles son, pero al rendirlas, Dios puede crear cosas nuevas, Él ama los corazones dispuestos, más que las manos capaces.