Claves para un gozo sinceroMuestra

El corazón

Estamos hablando del gozo sincero. Cuando decimos sincero, enfatizamos que no debe ser algo que solo cubra las apariencias, que exteriormente parece ser alegría. El gozo sincero no debe ser algo que nos esforcemos por crear con nuestra personalidad o circunstancias.

La Biblia nos dice que alabemos al Señor con todo nuestro corazón, que hablemos de las maravillas que el Señor ha hecho y que le cantemos.

El corazón no es sólo un músculo de nuestro cuerpo, representa nuestra alma, nuestras emociones y sentimientos. La música y el canto son una forma en que nos expresamos, las melodías tocan nuestras emociones y a través de ellas podemos mostrar lo que sucede dentro de nosotros. Entonces, la música y el corazón están estrechamente relacionados en los seres humanos. Es por eso que David escribió tantos salmos. El canto era la mejor manera de expresar al Señor lo que sentía, sus victorias, sus temores y sus derrotas. Era otra manera de encontrarse con Dios y ser libre en su presencia.

No necesitamos ser grandes músicos o dirigir la banda de la iglesia para cantar al Señor. La música es importante en todas las culturas, desde las sociedades tribales hasta las grandes civilizaciones. Dios nos creó con la capacidad de hacer y disfrutar de la música. No es algo que los seres humanos podrían hacer sin el diseño de Dios. Nosotros también podemos presentar nuestras canciones al Señor de la misma manera que lo hizo David: cantando nuestras victorias, nuestros temores, nuestras circunstancias y nuestros anhelos. Que la música sea un vínculo que nos lleve a la presencia de Dios. Alaben al Señor con un corazón sincero, para que puedan encontrar gozo en su compañía. Él promete gozo a aquellos que lo buscan con todo su corazón.

Señor, hoy vengo ante ti con todo lo que tengo y todo lo que soy, con mis alegrías y mis derrotas. Elijo alabarte todo el tiempo, cantarte con todo mi corazón, para que pueda conocer la alegría que tu vida me trae.