Claves para un gozo sinceroMuestra

¿Qué es el gozo?

Si buscamos la palabra «gozo» en el diccionario encontramos que significa: «Sentir o expresar gran alegría o felicidad». Es una palabra que podemos encontrar fácilmente en la Biblia, principalmente en el libro de los Salmos. David fue uno de los principales escritores de este libro. Los Salmos no son solo texto escrito, sino canciones que David y otros compusieron en diferentes momentos de sus vidas.

David no tuvo una vida fácil. Nació en una familia que lo pasó por alto porque era el miembro más joven. Tuvo que luchar en muchas batallas. El rey trató de matarlo. Más tarde, David llevó la carga del liderazgo de un pueblo. Pero si David entendió algo, fue que el gozo y la alegría tenían que venir de las raíces de su vida, no solo del fruto de su fe.

Es decir, el verdadero regocijo debe venir de conocer y aceptar la obra profunda que Dios ha hecho en nosotros, una obra de salvación eterna. No se trata de regocijarnos en las bendiciones que recibimos o en las situaciones favorables que experimentamos, sino en la bendita seguridad de que Jesucristo es nuestro Salvador.

Es el motivo por el cual podemos ver, en cualquier país o lugar, personas que al conocer la obra de Jesucristo reciben este gozo en sus corazones. Ese gozo no es solo un sentimiento sino una raíz, un fundamento profundo que se establece en el alma.

Ninguno de nosotros está exento de circunstancias difíciles en nuestra vida. A veces vemos que todo se oscurece, que una situación no está a nuestro favor y tendemos a pensar que no podremos soportarlo. Pero es entonces cuando podemos escudriñar nuestros corazones y aferrarnos a las raíces profundas de nuestra fe que nos mantendrán firmes en medio de la tormenta.

Al invertir tiempo en la lectura de la Biblia, podemos aprender sobre el carácter de Jesús que nos permitirá fortalecer nuestra fe. Podemos saber que nuestro Señor no cambia, que él ha prometido estar de nuestro lado, que él es nuestro escudo y nuestro refugio, y que todo lo que leemos acerca de él lo cumplirá. El gozo que proviene de conocer estas verdades de Dios es nuestra fortaleza, ese gozo es nuestro fundamento.

El gozo arraigado en nuestra confianza en Dios se puede sentir en todas las circunstancias, no es una emoción fugaz.

Señor, permítenos reconocer tu obra poderosa y eterna en nuestra vida, para que tu gozo sea el fundamento que mantenga nuestros corazones firmes en ti en todo momento.