Las Palabras De La CruzMuestra

La palabra de victoria.
«Todo está consumado» (Juan 19:30).

Meditación.

La cruz es la victoria más grande de la humanidad, ahí fueron vencidos el pecado, la muerte y el diablo. Nuestra libertad fue conseguida a costa de un gran precio. No hay deuda pendiente en lo que respecta a nuestra salvación. La reconciliación con Dios fue “consumada” por Jesús para nosotros.

Quizás te has sentido en deuda con Dios por Su bondad, quizás sientes que le debes algo a Jesús por lo que ha hecho, que estás en deuda con Dios. En la antigüedad, algunos esclavos al ser liberados de su esclavitud reconsideraban esa libertad y la ofrecían a su señor. Se ofrecían voluntariamente como esclavos, esclavos por amor.

Ese es el concepto en el que se miraba a sí mismo que el Apóstol stol Pablo, por eso decía en varias de sus epístolas “Yo, Pablo, siervo (esclavo) de Jesucristo...” (Romanos 1:1). Porque el apóstol pensaba: “¿Podría dedicar mi vida a un propósito mayor?”, la respuesta definitivamente sería: “No”. No hay mejor manera de invertir nuestra vida sino al servicio de nuestro Señor Jesús, a la obediencia a Su voluntad para nosotros, porque Su voluntad es buena, agradable y perfecta.

No hablamos necesariamente de volvernos pastores o misioneros, pero en la libertad que Cristo ha conseguido para nosotros, ¿cómo podríamos vivir esta vida sin sentido? ¿Cómo podríamos desperdiciar una salvación tan grande? Aunque Dios en Su misericordia nos diría: “No me debes nada”, es claro que le debemos todo a Él.

Oración. Señor Jesús, gracias porque tú has hecho posible que yo sea un hijo(a) de Dios, amado y bendecido. Yo sé que no puedo pagarte todo lo que has hecho en mi vida, pero en este día reconozco que no hay nada mejor que tu voluntad perfecta para mi vida. En Cristo Jesús, amén.

Pensamientos.

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