Las Palabras De La CruzMuestra

La palabra de promesa.
«Hoy: estarás conmigo en el paraíso» (Lucas 23:43).

Meditación.

“¡Qué seguridad, qué inmediatez y qué grandiosa compañía!”. Así lo predicaba algunos años atrás el gran predicador, maestro de teología y pastor fundador de la iglesia “Jesús el Buen Pastor” en la CDMX, el Pbro. Marcelino Ortiz.

Las palabras de Jesús dirigidas al ladrón que estaba crucificado a su lado, fueron de empatía, de confianza y de consuelo. Quizás se trataba de una persona que experimentaba las consecuencias de las malas decisiones que había tomado durante toda su vida o tal vez el resultado de una sola mala decisión, no lo sabemos. Pero sean muchas las transgresiones o pocas, el pecado acarrea consecuencias.

La cruz de Jesús es también la consecuencia de una mala decisión, pero no fueron las decisiones que Jesús había tomado en su vida las que le llevaron como culpable ante la cruz, sino la decisión que tomó toda la humanidad representada en nuestros primeros padres, Adán y Eva; la cruz de Jesús es la paga de nuestro pecado de rebeldía, desobediencia y transgresión.

Probablemente nosotros no experimentaremos una muerte tan atroz como la crucifixión y seguramente algún día dejaremos esta existencia temporal y terrenal. Pero son las palabras de Jesús, la garantía de su compañía más allá de la muerte; porque a pesar de nuestros malos caminos y malas decisiones, el deseo de Jesús y el anhelo del Padre, siempre ha sido que gocemos de su presencia y que habitemos con él para siempre.

Es la comunión con Dios el propósito de la existencia humana y la cruz de Jesús fue el vehículo que Dios usó para conseguirla y garantizarla.

Oración. Señor Jesús, yo también he tomado malas decisiones, me he equivocado, pero reconozco que, en tu cruz, todos mis pecados han sido perdonados y hoy tengo una comunión con el Padre, soy su hijo, soy amado, soy perdonado y tengo vida eterna. En Cristo Jesús, amén.

Pensamientos.

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