Escudriñad Las EscriturasMuestra

“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,” (Filipenses‬ ‭3:13‬ ‭RVR1960‬‬).

Fracasos y decepciones. Dolores y molestias del pasado que no parecen desaparecer. La mayoría de nosotros sabemos lo que es sufrirlos, pero muy pocos sabemos qué hacer con ellos. Así que cojeamos, esperando que de alguna manera dejen de doler por arte de magia.

Pero nunca sucede de esa manera. De hecho, el paso del tiempo a menudo nos deja en peores condiciones, no mejor. Porque, en lugar de dejar atrás esos dolorosos fracasos, a menudo nos detenemos en ellos hasta que se vuelven más reales para nosotros que las promesas de Dios.

La incredulidad mira al pasado y dice: "Mira, no se puede hacer". Pero la fe mira al futuro y dice: "Se puede hacer, y según las promesas de Dios, se hace" Luego, dejando atrás para siempre los fracasos del pasado, la fe sale a la luz y actúa como si la victoria ya hubiera sido ganada.

Olvídate de esos fracasos del pasado. Eso es lo que Dios ha hecho.

“Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.” (Hebreos‬ ‭8:12‬ ‭RVR1960‬‬).

Y si ya Él no los recuerda, ¿por qué deberías de hacerlo tú?

En lugar de mirar hacia atrás y decir: No puedo, comienza a mirar hacia adelante y a decir: Puedo hacer todas las cosas en Cristo que me fortalece.

Iglesia La Embajada.