Como Viendo Lo InvisibleMuestra

Una fe herida

Una historia impactante de la Biblia es la historia que relata la muerte de Lázaro. Jesús estaba fuera de Judea, cuando llegó un mensajero de parte de María y Marta, avisándole que Lázaro estaba enfermo. Sabiendo esto, Jesús tomó la decisión de quedarse donde estaba dos días más. Luego decidió volver a Judea, cuando llegó, Lázaro había muerto desde hace ya cuatro días. Marta salió al encuentro con Jesús y le dijo: “Si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto”. Por supuesto, conocen el resto de la historia, Jesús, resucitó a Lázaro.

¿Alguna vez, sentiste que Dios no escuchó tu oración o que no hizo el milagro que esperabas? Yo, en algún momento, sentí algo así. Descubrí, que en esos momentos es donde se pone a prueba si realmente sigo a Dios por quién es Él o no. La Gracia de Dios, muchas veces nos lleva a morir a nosotros mismos, pero esa misma gracia, es la que te levanta y te pone en un lugar de influencia. A veces, nos toca pasar por situaciones difíciles, para acercarnos más a Dios, para entender que si lo único que tenemos es a Él, tenemos todo lo que necesitamos. Otras veces, para que podamos ser capaces de empatizar con aquellos que también sufren y poder ser una herramienta de parte de Dios, para levantarlos, tú y yo tenemos a Dios, pero hay gente que no, pero te conoce a ti. Si lees la historia, parecería que Jesús llegó tarde, pero en realidad, se demoró con propósito, para darle gloria a Dios. Jesús es la resurrección, ¿Necesitas resucitar algo en tu corazón? Él es la fuente de vida que necesitas. Que los fracasos del pasado no limiten tu fe hoy, recuerda que cada fracaso en la vida de un cristiano, también tiene propósito.

Oración

Amado Dios, gracias porque eres bueno, porque tus planes son de bien para darme un futuro y esperanza. Ayúdame a nunca olvidar que eres bueno y que me amas, dame paz y descanso, que Tu voluntad se haga en mi vida, te rindo todo lo que soy. En el nombre de Jesús, amén.