Los Diez MandamientosMuestra

LA CUARTA LEY DE DIOS

Las tres primeras leyes de Dios muestran a las personas cómo tratar a Dios; el resto de los Diez Mandamientos nos muestra cómo Dios quiere que nos tratemos unos a otros. ¿No es interesante que la primera relación para nuestra instrucción sea la del niño hacia sus padres? “ Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da” (Deuteronomio 5:16).

Después de descubrir cómo mantener vivo a su bebé, lo siguiente más importante que pueden hacer los padres es enseñarles a sus hijos obediencia y respeto, cuanto más pequeños, mejor. Los niños nunca tomarán en serio el concepto de Dios si no han aprendido acerca de la autoridad de los padres. Los niños tampoco se convertirán en jóvenes empleables si no han aprendido a seguir las instrucciones de los demás, a sentirse responsables ante los estándares de otras personas, a controlar sus propios egos y a aceptar la responsabilidad de sus propios errores.

Tan importante es esta ley que Dios adjuntó dos dulces promesas a los padres obedientes: su calidad de vida mejorará y la cantidad de su vida aumentará.

Adjunta maldiciones divinas a las personas que eligen desafiar la autoridad: “De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos” (Romanos 13:2).

Padres, solo deben dar órdenes una vez.